Bengala
Los capitalinos salieron de su «Laberinto» para adentrarnos a otro que trae todo el sello de la casa, con los guitarrazos apropiados para deambular entre historias de desamor y nostalgia.
No hay pomposidad en este retorno, solo temas que no parecen los de una banda que desapareció de la escena durante cinco años.
La falta de sorpresas nos llevan a cierto marasmo, pero si algo podemos aplaudir de este retorno es la honestidad con la que volvieron a los sonidos que les dieron gloria, sólo que más maduros y trabajados.
O Tortuga
Los de Pantitlán se olvidan del estruendo, ahora ofrecen melodías más suaves y armonías mejor construidas, un proceso natural que viene acompañado con la edad, lo que les está sentando muy bien.
El álbum es una suerte de manifiesto, una declaración de guerra ante las limitaciones y la voz de mando para que estos chicos se alejen de su pasado «sucio» para presentar acordes más limpios y letras que nos cuentan los dramas cotidianos del nuevo adulto.
Se nota cierta melancolía en cada uno de los tracks, muy probablemente porque esa vida tan libre ya no está tan al alcance, pues ahora es necesario pensar más en las consecuencias.
El Cuarteto de Nos
Como ya es costumbre, estos uruguayos nos invitan a reflexionar sobre diversos temas, así como variados son los estilos musicales que presentan, por lo que nunca ha sido posible definirlos, aunque realmente no importa pues cada nuevo disco es una grata experiencia, aunque no podamos hablar de un trabajo redondo.
Es por eso que deambulamos entre el capitalismo, la tecnología, el poder, el mundo polarizado y otros tópicos que abordan siempre con una alta dosis de humor y personajes que fácilmente podríamos ser nosotros mismos o nuestros más cercanos.
Pese a todo, el giro es fresco, menos nostálgico y alejado de fórmulas, es como un juego, uno muy irónico y burlón, al que no se le notan las costuras pese a haber sido producido por cuatro músicos diferentes y eso es porque la cohesión que existe en esta banda es envidiable. Se la pasan bien con lo que hacen y lo transmiten, aun cuando nos cantan todas aquellas cosas que odiamos de nosotros y del mundo.