Belafonte Sensacional
Es complicado describir lo que esta banda mexicana consigue con nuestras emociones, porque su música funciona como un detonante, no como un fin: es el ejemplo perfecto de quienes crean buscando que el receptor complete el círculo. De este modo, lo que la agrupación propone en este nuevo trabajo es todavía más alocado que en intentos anteriores, pues conjunta temas en apariencia alejados unos de otros, cuando en realidad todo es parte de una misma psicodelia.
Ahora no hay tanto ruido, existe una extraña armonía que funciona como un piquete que busca forzosamente que reaccionemos, cómo sea, pero que movamos la cabeza, que nos sintamos incómodos, que abracemos la propuesta. De lo que se trata es de no dejarnos indiferentes.
Esta «piedra» es como un libro, una colección de anécdotas que comienzan con la fiesta y culminan una madrugada con una enorme cruda y la culpa de no haber sabido aprovechar la noche ¿o sí?
Technicolor Fabrics
Muchos más elementos retro acompañan ahora a esta banda mexicana que hace un retrato aún más árido del entorno nacional y de las vivencias que traen a quienes habitamos sus entornos tan surreales.
Y aunque pareciera que la idea es ofrecernos una visión de espacios fuera de este mundo, la realidad es que toda esta esencia funk combinada con bajos que no quieren dejarnos tranquilos nos refiere de inmediato a un país lleno de colores pero aturdido por la intensidad con que aparecen «estallidos» y percusiones de la nada.
Sin llegar a ser un «álbum conceptual», lo que los jaliscienses proponen es llevarnos más allá, a algo totalmente ficticio que no está nada alejado de nuestro «presente».
Rodrigo y Gabriela
El dúo mexicano logra una fusión de todos aquellos ritmos ejecutados por los prodigios de la guitarra que han influenciado su sonido y el resultado es avasallador, totalmente encantador y muestra de un talento que permite recorrer desde lo más básico del post rock hasta puntilleos flamencos.
Se trata del disco más ambicioso y atinado de su carrera, uno que utiliza con modestia sintetizadores y percusiones para crear atmósferas que permiten un desarrollo hipnótico de una suerte de «vuelta a los orígenes», o mejor dicho, un repaso de subgéneros, construidos para que cada pieza sea un placentero y energético viaje.