Apparat
Un grato encuentro de estructuras es lo que
Sascha Ring presenta en un disco abstracto, no por eso denso, aunque sí reflexivo.
Esta especial atención a los detalles lo aleja por completo de esos sonidos pop y amigables que ha procurado con la banda Moderat, despegándose bastante de la zona de confort en busca de un sonido más especializado.
No se trata del último gran disco experimental, de hecho, se queda en la media si no estás en el humor suficiente como para explorar en peculiaridades.
Ibibio Sound Machine
El sello de la casa, el afrobeat, se une a teclados ochenteros para un pachangón muy fino que irremediablemente nos orilla a las pistas de baile. Aunque, claro, no se trata de un trabajo guapachoso, sino apegado a sus tonadas funk y R&B.
Como si fuera de esos álbumes que en su momento se promocionaran como «música del mundo», los avecinados en Londres le meten a todo, consiguiendo una exótica mezcla electro y percusiones que resaltan su herencia africana.
La atmósfera tribal que ofrecen cumple y obliga al movimiento inquieto del pie.
The Japanese House
Amber Bain debuta en larga duración con una placa en donde expone muchísimos traumas, algunos personales, otros tantos como espejo de una generación que vive rápido y reflexiona poco, hasta que llega el golpe y les obliga a hacer una pausa para pensar.
Con un sólido synth pop, la de Buckinghamshire se regodea en frustraciones para presentar un debut pesimista que no pesa, porque da varios respiros gracias a un manejo adecuado de rangos vocales.
Lo mejor es saber que, al final, la paz y la calma llegan, así que más que un disco de sufrimiento escuchamos a una mujer asumir sus errores y prepararse para comenzar de nuevo.