Pasar inadvertida siempre me ha incomodado. Yo nací para ser vista, admirada y respetada… ¡Yo nací para brillar!
Siento gozo al advertir las miradas que siguen con ojo curioso, cada uno de mis pasos, y eso me provoca para imprimir mayor cadencia mi andar.
Miradas de admiración, algunas otras de agradecimiento, y muchas más llenas de envidia, que también es una forma de admirar.
Prohibido pasar
Después de mi recorrido estelar, en donde soy la protagonista que salió a compartir la luz con aquellos que fantasean con escapar de sus circunstancias tan llenas de obscuridad, me retiro y me refugio en algún lugar al que tú tienes prohibido pasar.
Mi refugio, mi lugar secreto, ese espacio en el que puedo liberarme de los zapatos altos, del sujetador que aprisiona mis senos, e incluso, si así lo deseo, puedo permitirle a mi cuerpo liberar un travieso y sonoro pedo.
Mi refugio, en donde me reencuentro con mi “yo” verdadero, en donde ya no es necesario actuar, y recuerdo que soy una mujer llena de miedos, mientras me veo frente al espejo al tiempo que me empiezo a desmaquillar.
Déjame llorar
Cierro puertas y ventanas para que nadie pueda entrar. Corro las cortinas, cuidando que no quede ni una pequeña rendija para que nadie me pueda observar.
Y cuando me siento segura de que nada ni nadie tiene acceso a mi momento de personal intimidad, es entonces, y sólo entonces, que me puedo permitir llorar.
Una vez más, como siempre lo has hecho desde que yo te recuerdo, vienes a importunarme y me gritas desde el fondo del espejo, que me debo resignar.
Sacrifiqué mi libertad
Yo quería el glamour y las luces brillantes del éxito. Tenía la necesidad de ser más que un inalcanzable lucero… Pero todo esto tuvo un altísimo precio… Todo esto exigió que perdiera mi libertad.
Perdí el derecho a expresar mis debilidades, no me es permitido aceptar mis miedos, ni siquiera me es permitido elegir a quien amar.
Es tarde, ya tengo que irme a descansar, pues mañana muy temprano tengo que volver a actuar… Interpretando al personaje inventado de la mujer exitosa, atrevida y siempre alegre mujer ideal.
[…] más importantes de su vida, estuvo volando en lo que el considero era el Cielo, un lugar en dónde sintió mucha paz y tranquilidad, del que no quería […]