El infinito no es algo con lo que cualquiera pueda jugar. Es quizá por esta razón que el ser humano lo tomó con precaución durante gran parte de su historia. Su presencia se remonta hasta la antigua Grecia en donde encontramos a Zenón de Elea, quien es conocido por sus famosas paradojas. Tiempo después, llegó Aristóteles, discípulo de Platón; que buscó darle un punto final con una apariencia de «potencia», desterrándolo del plano terrenal.
La concepción aristotélica llevo al infinito a ser igualado con lo sagrado, con lo divino, cuya búsqueda tarde o temprano sería infructuosa, debido a que ningún mortal podría llegar a conocer o comprender lo que estaba destinado… a Dios. Puede que el ser humano estuviera conforme con esto, ya que pasara lo que pasara, tomar al infinito como «potencia» y no como «acto», hacia que las teorías funcionaran.
Al paso de los años, el conocimiento humano avanzó aunque en ocasiones con gran dificultad, pero entre grandes teorías que describían al mundo, el árbol de las matemáticas crecía cada vez más, tocando con sus ramas cada una de las ciencias, dando fuerza a una frase de Galileo:
«El gran libro de la naturaleza esta escrito en caracteres matemáticos». A pesar del avance, aún existía algo inalcanzable: el infinito.
Todo el análisis que hubo sobre el tema a lo largo del tiempo, tarde o temprano tenía que derivar en un intento por comprenderlo. No fue sino hasta el siglo XIX, en Alemania, que Georg Cantor decidía intentarlo. Aunque no fue el primero, ciertamente fue alguien que se enfrento a las ideas de su tiempo, ya que se atrevió a definir algo que solo «pertenecía» a Dios. Este atrevimiento le restó reputación, incluso llegó a ser llamado «Corruptor de la juventud».
El trabajo de Cantor, no fue definitivo, sin embargo fue un gran avance, ya que si bien su definición no fue completa, ayudo a que las nuevas generaciones de matemáticos lograran crear una teoría que en la actualidad es uno de los cimientos de este saber humano: La teoría de conjuntos.
En la actualidad el infinito sigue cautivando la mente del ser humano, por lo que muy probablemente, este concepto es en si mismo lo que representa, y seguirá ofreciendo distintas facetas a lo largo del tiempo.
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