Creo que en el transcurso de nuestras vidas siempre hemos pasado y seguiremos pasando cantidad de calamidades, malos momentos, pésimos tiempos, recuerdos que nos sacuden el alma, nostalgias que aceleran el corazón y sentimientos que nos aprisionan para quitarnos la calma. La verdad es que conforme va pasando la vida, siempre nos enfrentaremos a tantas circunstancias negativas, que nos van atormentando y sobre todo van sacudiendo nuestra esperanza, la seguridad, la confianza, la fe, la razón, y nuestras emociones se van haciendo cada vez más frías, con incertidumbre, miedos e indecisas.
Pero creo que en ocasiones es preciso analizar nuestro interior y darnos cuenta que tenemos la gran capacidad de sobresalir de todo lo negativo, que podemos continuar sin rendirnos, que con voluntad podemos reponernos de cualquier situación y que está en nosotros la decisión de ver la vida del color que en verdad queremos verla, que a veces es necesario caer para levantarnos con gran fuerza, que también es natural equivocarse para aprender de cada lección, de estar conscientes de que todo tiene un porqué, una razón de ser en este camino llamado “vida”.
A veces es necesario enfrentarse a la carga que llevamos, a todo aquello que sentimos, a esas heridas que no contamos, a esos sueños que no cumplimos, a tantas promesas que se escaparon y a esos amores que en el viento se esfumaron. Hay que saber que debemos ser fuertes, ante todo lo que se nos va acumulando, para poder sobrellevar nuestra vida y definir el camino que deseamos continuar, si seguimos lamentándonos o deseamos la vida despejar.
Pero a pesar de lo negro que pueda ser nuestro panorama, hay que estar conscientes que solo en nosotros debe estar la determinación de querer continuar, de olvidar, perdonar, sacudir, emprender o despejar todo aquello negativo que venimos arrastrando, sólo nosotros podemos cambiar ese entorno que nos envuelve y pintarlo nuevamente de mil colores.
Nosotros somos los que decidimos, la elección está al alcance de nuestras manos, de nuestras decisiones y entusiasmo. Si solo vemos tristeza, congoja, soledad, inseguridad, miedo, indecisiones, recuerdos, llantos, culpa, rencores, decepciones y desesperación; es porque es lo que sólo queremos ver; cambiar nuestra percepción y resultados sólo depende nosotros. Todo cuanto vivimos, y la forma en que lo recibimos depende de nosotros, ¡Sólo tú sabes si te sigue afectando, o tratas de ir poco a poco soltando!.
Cuando estemos decididos en pensar en forma positiva y optimista, ten por seguro que la calma, la confianza, la fuerza y la estabilidad llegará a nuestras vidas. Hay que darnos cuenta que todo cuanto nos sucede, no está en saber cuánto nos afectará, sino como reaccionemos ante ello.
Amigos la verdad es que es cuestión de decisión si continuamos quejándonos de todo cuanto nos pasa y nos provocan, o si simplemente nos quejamos un momento para con fuerza levantarnos. ¡Así qué… Tú eliges!.
[…] hombrecito se puso de pie sobre el mueble y dijo: «Ahora te pregunto ¿estás dispuesto a quedarte en esta vida? o ¿prefieres volver a tu vida […]