Primero que nada debemos tener claro el concepto de toxicidad en una relación, la que de acuerdo con numerosos estudios se define cuando dentro de las relaciones se hacen daño unos a otros al grado de que a pesar del sentimiento amoroso se llega a provocar maltrato psicológico.
Por lo regular cuando se habla de relaciones tóxicas el concepto se enfoca a parejas y algunas veces a las que existen entre amistades codependientes, y el tema roza todo aquello referente al maltrato y a la violencia doméstica, muchas de las señales de la toxicidad en una relación se pueden aplicar lo mismo al dominio narcisista que a la violencia en sus diferentes niveles.
El consejo general es el de cortar una relación cuando ésta no significa felicidad o bienestar, cuando coarta el desarrollo personal y en lugar de llevar al crecimiento de la pareja apunta al estancamiento generando sentimientos y emociones negativas, ese desgaste emocional se refleja en las relaciones familiares, sociales, laborales y llevan no solo al desencanto sino a la depresión y la baja autoestima.
Es por ello que se recomienda terminar con ese tipo de relaciones apoyándose básicamente en especialistas en Psicología o Psiquiatría a fin de encontrar elementos que ayuden a superar la sensación de la pérdida, manejar adecuadamente el estado depresivo, cortar con la codependencia y recuperar la seguridad en sí mismo (a) y retomar la vida propia con una actitud proactiva y optimista, liberada de todo daño sufrido hasta entonces.
Pero ¿qué pasa cuando las relaciones tóxicas se dan en el ámbito familiar? ¿Qué pasa cuando el individuo se encuentra en una familia disfuncional? ¿Cuando la interrelación negativa se da con los padres, con los hermanos o los hijos?
De acuerdo a las palabras de la Psicoterapeuta Clotilde Sarrio, del Centro Terapia Gestalt Valencia, el nacer dentro de tal o cual familia obedece sólo al azar, no es algo que dependa del individuo, no elige el entorno familiar de su crecimiento y desarrollo.
Al igual que la mencionada Psicoterapeuta, un gran numero de sus colegas coinciden en que un relevante porcentaje de pacientes que acuden a consulta por causas de ansiedad, depresión, fobias, problemas de autoestima, por ejemplo, muestran durante el proceso que el principal factor de aquello que les afecta se encuentra precisamente en las relaciones intrafamiliares, situación que a veces les impide construir una identidad adecuada y saludable.
Siguiendo la investigación sobre las relaciones tóxicas dentro de la familia, se parte de que lo saludable sería que existiese una interacción que beneficiara a todas las partes, pero en la práctica esta situación es mas idílica que real, especialmente si se considera que en este entorno regularmente se presentan faltas de respeto, vejaciones y maltratos psicológicos y psíquicos y algunas veces hasta físicos, que aunque sean “bien intencionados” repercuten en la autoestima, la seguridad y la aceptación de quienes lo sufren.
Los ejemplos que a través de libros, entrevistas y protocolos de investigación de la etiología de ciertos trastornos de la personalidad encuentran en los adultos de estudio el punto común de origen durante la infancia, ejemplos que serian innumerables para un articulo informativo y no especializado como éste.
Pero es de vital importancia señalar con palabras accesibles al lector en general, dejando a un lado términos clínicos utilizados por especialistas, a fin de que sepamos a qué nos enfrentamos el común de las personas. Como seres humanos somos falibles y es interesante tomar en cuenta ciertas señales que ignoramos porque estamos tan acostumbrados a ellas que no concientizamos lo que nos afectan a nosotros mismos o lo que podemos afectar a nuestros hijos.
Los padres amorosamente bien intencionados y resentidos convierten a sus hijos en una vocación hasta que, finalmente, pueden depositarlos, y es algo que se ha incrementado ya desde la primera infancia, en las guarderías o en las escuelas”.
Paul Goodman
De esta manera las relaciones tóxicas en la familia muchas veces se dan por la repetición de patrones establecidos por generaciones anteriores, no siendo concientes los propios padres de que por su conducta van debilitando y mermando la autoestima de sus hijos, dificultando un crecimiento sano lo que repercute negativamente en su independencia emocional.
La persona afectada asume como normal su entorno familiar reaccionando de acuerdo a su propia personalidad, ya sea tratando de rebelarse con el consabido resultado de recibir mayor maltrato físico o psicológico, o mostrándose de manera sumisa con la esperanza de hacer cambiar a quien le hace daño, cosa que nunca sucede por tratarse de falsas expectativas que nacen de la baja autoestima generada por la o las figuras de autoridad en el hogar.
Y es asi como el niño crece y es calificado por palabras que los propios padres emiten, y que van moldeando la personalidad definiendo entre los hijos al bueno, al malo, al guapo, al feo, al listo, al tonto, etc., y esto trasciende a otros familiares, maestros, amistades, etc.
Ese entorno va configurando una idea de sí mismo que se basa en los conceptos que recibe de los demás, sin darse cuenta en su inconciencia e inocencia que esos conceptos le son impuestos y no tiene ni la capacidad ni la madurez para superarlos hasta que crezca, madure y pueda llegar superar las limitantes que le fueran etiquetadas y confrontar y cuestionar con valor y con razón a quienes le afectaran de tal manera, que bien pueden aceptar o no las consecuencias de sus actos, de sus palabras y de sus errores.
Y precisamente porque los padres actúan repitiendo los patrones aprendidos de sus propios padres, es muy difícil que en ellos exista un sentido de concientización de los errores que cometen, especialmente al no distinguir las diferencias entre sus hijos, cada uno tiene características propias, individuales, fortalezas y debilidades distintas, virtudes y defectos diferentes, al final de cuentas, los padres carecen de habilidades para brindar a los hijos un trato individualizado e indiscriminado, ya que no existe una formula mágica para encajar a todos los hijos en un solo patrón ya que cada uno posee su propia idiosincrasia.
Los sentimientos de la infancia son importantes no porque constituyan un pasado que sea necesario deshacer, sino porque constituyen algunos de los mas maravillosos poderes de la vida adulta que deberíamos de recuperar: la espontaneidad, la imaginación, el carácter directo de la consciencia y de la manipulación”,
Paul Goodman
Volviendo a los conceptos de la Psicoterapeuta Clotilde Sarrio, y habiendo dejado claro que las familias tóxicas son aquellas que se interrelacionan con patrones disfuncionales en que destacan el abuso físico, emocional y la falta de respeto, principalmente, y habiendo mencionado las consecuencias psicopatológicas causadas por el estrés, la continua presión y los malos tratos, señala la Dra. Sarrio cómo es que destacan cuatro aspectos que actúan como factor contaminante, y que trataremos de resumir aquí.
- El etiquetar a los hijos.- Es común que los propios padres pongan etiquetas que atribuyen una forma de ser del hijo, “es vergonzoso”, “es tímido”, “se enoja por nada”… pueden considerarse en apariencia inofensivas y hasta carirñosas, pero tienen una gran carga emocional para los niños.
- Sobreprotección.- Si es considerablemente prejudicial que algunos padres desatiendan a sus hijos, tanto o más es que se les sobreprotejan, resultado de proyecciones de miedos no resueltos por parte de los padres mismos, Esto impide al niño enfrentarse a situaciones normales y a configurar su independencia resolutiva y su maduración. Un exceso de protección fomenta la inseguridad en la criatura, los niños necesitan explorar su entorno, contando con el apoyo de la figura paterna o materna pero sin que aporte excesivo control.
- Proyectar en el hijo las ansias incumplidas de los padres.- Planificar la llegada de un hijo debe ser basado en la convicción y el deseo de tenerlo. Es un error pensar que un hijo llegara a solucionar un problema conyugal, o considerar a los hijos como ornamentos que confieran respeto y consistencia a la unidad familiar. Y aún peor que se deposite en el hijo la responsabilidad de cubrir ciertas frustraciones o deseos no realizados de los progenitores. Es mas frecuente de lo que se supone que se presione al hijo para que destaque en una actividad en la que el padre o la madre fracaso. Esto crea en el niño una vulnerabilidad que atenta contra su autoestima y el sano desarrollo de su personalidad.
- Amores mal entendidos.- Es común escuchar a este tipo de padres el magnificar el natural amor a sus hijos con frases como “nunca nadie te querrá como nosotros”. Este tipo de expresiones pueden hacer mucho daño especialmente si van asociadas a una falta de respeto del adulto hacia el menor, si el niño recibe repetidamente este mensaje puede acabar convencido de que no tiene derecho a sentirse mal pues la consigna impuesta es que “todo lo que haya podido hacerle su familia ha sido por su bien” circunstancia que en casos extremos puede ir asociada a malos tratos o abusos que nunca se denuncian.
Cuidar bien a un niño es: dejarle solo y estar cerca. En donde “estar cerca” significa proporcionarle seguridad, audiencia para las proezas, consuelo para las heridas, sugerencias y equipamiento material para el paso siguiente, y respuestas cuando pregunta.”
Paul Goodman
Extendiendonos un poco más en el tema, el Psicólogo Estadounidense Donald Meltzer describe cuatro tipos de familias disfuncionales, aportando también una serie de sugerencias para liberarse de ellas, y acorde con lo anteriormente descrito se puede señalar la falta de respeto a la individualidad de cada miembro de la familia fomentando un clima incomodo, inestable y muchas veces agresivo.
Las cuatro tipologias de grupo familiar descritas pro Meltzer son las siguientes, abreviando:
- Familia Aglutinada.- Exagerada tendencia a estar todos a un solo nivel con una falta de identidad propia. El individuo no tiene importancia, se crea un efecto claustrofóbico, provocando la sensación de que uno no puede salir de esa estructura familiar. Mente cerrada y basada en la desconfianza: “Nosotros somos los buenos, los otros los malos”.
- Familia Uniformada.- Tendencia a la sumisión, se niegan a las diferencias, Las interacciones dentro de la familia son rígidas. Abunda la autoridad y la exigencia, Hay mucho control y poca reflexión.
- Familia Aislada.- En los dos tipos anteriores de familia lo importante era el grupo, en este otro tipo, la importancia recae en el el individuo, Predomina la individualidad, por ende, se da un deterioro de la identidad grupal. Las interacciones en este tipo de familia son superficiales.
- Familia Integrada.- Existe un equilibrio entre individuo y grupo, Los roles son flexibles y se fomenta la capacidad reflexiva. Cada uno puede pensar de forma diferente y no por ello deja de ser de la familia. Se aceptan las diferencias y la crítica.
Son en las tres primeras en las que abunda la toxicidad. Nos ha quedado claro los efectos negativos que causan las familias conflictivas en los individuos, el abuso o violencia familiar, el exceso de control, el conflicto constante, en algunos casos la adicción al alcohol o las drogas, la falta de comunicación, el alto nivel de exigencia y expectativas y en cierta forma la inmadurez y obstinación de los propios padres que obligan a asumir a los hijos un rol de adulto de forma anticipada, reflejan relaciones nada saludables y de exagerada presión no solo individual, sino entre los propios miembros de la familia.
Pasamos ahora al punto álgido del tema ¿qué hacemos después de tener claramente identificado el nivel de toxicidad con nuestros seres queridos?
Primero que nada debes intentar poner de tu parte para solucionar el conflicto y mejorar el clima familiar, si ya lo has hecho y la situación no ha cambiado, no habiendo voluntad de las partes involucradas, es momento de tomar medidas para cuidarte, mantener tu salud mental y tu equilibrio emocional.
Comienza por poner limites, evita depender de la aprobación de tu familia, tus decisiones son tuyas solamente y tú sabrás si las compartes con ellos o no.
No intentes cambiar a una persona tóxica, tienes que aceptar que tu familiar no cambiará si no esta dispuesto a hacerlo, por ello es mejor priorizar tu bienestar personal en lugar del de quienes no te aportan nada positivo.
Aléjate: es mejor poner distancia física aunque se trate de tu familia, de esta manera recuperarás el control de tu vida y tu propia autoestima.
Trata de no perder el respeto, tu familiar tóxico te puede llevar a extremos desesperantes, trata de evitar el conflicto y no actúes de manera impulsiva, si no puedes afrontar los conflictos de un modo saludable aun después de dejar enfriar los sentimientos para evitar herir a nadie pero habiendo sido herido tú, aléjate, si íntimamente es una condición que no puedes superar, busca apoyo en profesionales y desahógate en quienes te aman y confías más, no reprimas tus emociones, busca la manera de exteriorizarlas, rodéate de personas que te hagan sentir bien, que te den afecto y el respeto que mereces.
El haber nacido dentro de un núcleo familiar determinado es cuestión del azar, pero cuando ese núcleo está contaminado, te hace daño y te sientes infeliz, es mejor alejarse. Esto puede despertar un cúmulo de sentimientos encontrados y de ambivalencias. Si crees que no puedes hacerlo por ti mismo, no dudes en pedir ayuda a un profesional.
Nadie ha dicho que por el hecho de que una persona sea casualmente tu madre, tu padre, tu hermano o tu hijo, tenga el derecho de destrozar tu vida y tus emociones. La familia es sólo un accidente de la naturaleza, la funcionalidad y la unión de la familia debe ser producto del amor, del respeto mutuo, del entendimiento, de la comunicación sana, no de los señalamientos, las descalificaciones, las burlas, ni las humillaciones, menos aun de la las hipocrecías y manipulaciones a través de chantajes emocionales.
[…] Todos tenemos un sentido de vida, es lo que nos motiva e impulsa a despertar todos los días, es algo que existe dentro de cada uno. Por eso, es tu completa responsabilidad buscarlo y encontrarlo. Nadie te lo va a dar, nadie te va a compartir de su sentido, no lo vas a heredar de tus papás y no puedes depositar tu sentido de vida en algo ni en alguien. […]
[…] Su primer sencillo en video de este 2023 es ‘Yo me voy’, una canción inspirada en las relaciones tóxicas de […]