Cada nuevo amanecer es como una hoja en blanco que tienes frente a tí para escribir tu historia personal, para plasmar tus sueños, para trabajar tus metas, para construir tus objetivos. Sin embargo, hay personas que desaprovechan esa maravillosa oportunidad convirtiéndola en un cúmulo de quejas y negatividad, decidiendo, quizá sin saberlo, hacer de su día (y de su vida) un lamentable y total fracaso.
Iniciar tu día con pensamientos negativos, dudas y pesimismo, no sólo es provocar que tengas un mal día, es de hecho construirlo con la peor materia prima que has decidido acumular. Es transformar tu jardín, el cual estaba destinado para cultivar bellas flores y árboles frutales, en un terreno baldío en donde sólo crecerá mala hierba, la cual es por todos bien sabido, es sumamente difícil de erradicar.
De fracaso en fracaso
Tener un patrón de pensamiento negativo, y repetirlo cada día, será construir días de baja autoestima, poca creatividad, nula productividad, obscura capacidad para tomar decisiones acertadas, y entonces, día a día, se acumulan las semanas, los meses y los años… hasta que hayas obtenido, construir una vida de fracaso tras fracaso.
Si desde temprano te quejas y maldices, es más que obvio que veas nublado y gris hasta el día más soleado, y entonces vendrá la apatía, el desánimo, la tristeza y la falta de ilusión, la falta de voluntad… ni siquiera tú confiarás en tus propias capacidades, dones y habilidades… ¡Qué manera tan absurda de desperdiciar tu vida!
El autor
No puedes justificarte culpando a otros, ni a las circunstancias, ni al gobierno, ni a Dios. La manera en que reaccionas es un derecho personal, y sólo tú decides cómo actuar.
Recuerda que cada mañana hay una hoja en blanco a tu disposición… ¿Cómo es la historia que vas a escribir hoy? De ti depende, es tu decisión, es tu vida… tú eres el único responsable… tú eres el único autor.
