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Prepararse para cuando ya no esté a mi lado algún ser querido es una tarea difícil y dolorosa, pero también necesaria y valiosa. No hay una fórmula mágica ni una receta infalible para hacerlo, pero hay algunas sugerencias que pueden ayudarnos a afrontar este proceso con más serenidad y esperanza.

Aceptar la realidad

Lo primero que debemos hacer es aceptar la realidad de la pérdida o la separación, sin negarla ni minimizarla. Reconocer que nuestro ser querido ya no estará físicamente con nosotros, pero que siempre lo llevaremos en nuestro corazón y en nuestra memoria. Esto implica expresar nuestros sentimientos de tristeza, rabia, miedo o culpa, sin reprimirlos ni avergonzarnos de ellos. Podemos hacerlo mediante el llanto, la escritura, el arte o la oración, según nuestras preferencias y creencias.

Cuidar de nosotros mismos

Lo segundo que debemos hacer es cuidar de nosotros mismos, tanto física como emocionalmente. No debemos descuidar nuestra salud, nuestra alimentación, nuestro descanso y nuestra higiene. Tampoco debemos aislarnos ni rechazar el apoyo de las personas que nos quieren y nos comprenden. Buscar espacios de distracción, diversión y relajación también es importante para mantener el equilibrio y la alegría de vivir.

Honrar su memoria

Lo tercero que debemos hacer es honrar la memoria de nuestro ser querido, sin idealizarlo ni olvidarlo. Podemos hacerlo mediante rituales simbólicos, como encender una vela, plantar una flor o visitar un lugar especial. También podemos hacerlo mediante acciones concretas, como donar algo en su nombre, continuar su legado o cumplir sus sueños. Lo esencial es recordar lo que nos enseñó, lo que nos hizo sentir y lo que nos dejó como regalo.

Estas son algunas ideas para prepararnos para cuando ya no esté a mi lado algún ser querido, pero cada persona tiene su propio ritmo y su propia forma de vivir el duelo o la despedida. Lo importante es no perder la esperanza ni el sentido de la vida, sabiendo que nuestro ser querido siempre estará con nosotros en espíritu y que algún día nos volveremos a encontrar.

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