No voy a dar rodeos: la película es un gancho al hígado, donde no puedes quedar bien parado. La historia es una conjunción de un excelente guión bien pulido y de una dirección que respeta tanto la esencia de la historia como los detalles importantes. Hay veces en las que una simple escena nos revela más motivaciones que un diálogo o un discurso y Chicuarotes lo entiende muy bien.
Los personajes están perfectamente redondeados: tienen motivaciones, evolución, cambios, dilemas personales, aprendizajes y acciones o bien la falta de todo ello que les da una caracterización y un peso en la trama.
Todo eso consolida a personajes carismáticos pero no por eso idealizados y no por eso romantizados. No hay el «pobre, pobre, tan pobre que es bueno» ni el «malo malote», todos son grises, todos son miserables y marginados. Todos están en el mismo abismo, donde sólo queda bajar más hasta morir o pelear por lo poco que tienen.
En ocasiones amaremos a «el Cagaleras», en otras lo odiaremos y llegaremos a querer que salga de la pobreza. Así pasa con los otros personajes. Pero a la conclusión que llega la película es que, cuando se está en la suma miseria moral y social, ninguna acción es más correcta que otra. Incluso dejar de tomar decisiones se convierte en una decisión perjudicial.
A parte, el manejo de los problemas sociales en Chicuarotes se siente natural, nada está ahí porque «sería bueno hablar de ello», la corrupción, la hipocresía, la doble moral, la violencia y la intolerancia son las bases de las decisiones, les dan justificación y a menudo tienen una implicación directa.
Sobre el apartado técnico no ahondaré mucho. La fotografía, la banda sonora y la edición de video son un revestimiento justo y adecuado, pero no propone nada absolutamente sublime y a veces se cae un poco. Sin embargo, son apreciables y suman profundidad a la historia.
Ya que todo se ha dicho, sólo queda una sincera invitación a verla. No hay pérdida. Es una película que engancha en la introducción, ilusiona en el desarrollo y conmociona en el desenlace.
Una película que debería verla tanto el pobre como el privilegiado.
[…] que decirlo, esta es la película que mejor demuestra que hay una bajada en la calidad cinematográfica por parte de Disney, que ya […]