¿Te acuerdas, Romeo? de lo que sentiste cuando la viste por primera vez.
¿En qué pensabas Romeo? cuando decidiste que no había otra opción salvo morir.
¿Qué fue lo que viste? la primera vez que cruzaron sus miradas.
¿Acaso viste un futuro, viste tu vida pasar en sus ojos? ¿O simplemente todo esto fue nada más ni nada menos un acto de pasión?
¿Por qué te fuiste, Romeo?
¿Por qué no me dijiste adiós?
Si tan sólo hubieras esperado, si no hubieras actuado tan desesperado, si hubieras cerrado los ojos y tomado un paso atrás, esos segundos o quizá ese minuto hubiera resultado en la vida entera, hubiera resultado en que todavía siguieras aquí.
¿No imaginaste Romeo? que tal vez había otras Julietas
Que aunque su ausencia dolería, no era necesario el dar tu vida por una extraña de la que te enamoraste en una semana.
Que tragedia, tú con el veneno, ella con el puñal, y ninguno de los dos con la oportunidad de un futuro juntos, un futuro que tal vez duraba hasta el fin del mundo, o solamente unos días más.
¿En verdad la querías, Romeo? ¿podrías jurarme que era amor más que lujuría?
¿Tendrías la certeza de que era la indicada? ¿con cuanta seguridad podrías haber dicho que era ella o nadie más?
Y yo sé Romeo, que no fue la primera mujer de tu vida, pero joder, tampoco tenía que ser la última.
¿Qué tenía? ¿Qué fue lo que encontraste en ella que hizo que se te quitaran las ganas de volver a ver la luz del día?
¿Bajo qué poder te tenía para que hayas decidido terminar así?
¿En serio ni en un momento pensaste todo lo que iba a llorarte, lo mucho que te iba a extrañar?
No pregunto por despecho, tuve ya tiempo suficiente para aceptar tu decisión, te pregunto, Romeo, porque tengo ésta incesante necesidad de entender cómo es, querer y que te quieran así.
Duele, el pensar que yo no te fui tan indispensable, pero también duele que ya no estés aquí.
¿Cómo pasó esto, Romeo? ¿cómo terminamos así?
Romeo, Romeo… lamentablemente no te veo.
Aún así deseo, que donde quiera que estés sigas con Julieta, que todo lo sufrido no haya sido por nada. y también deseo, que por lo menos en algún instante, pienses en mí.
Tú falta de despedida dijo más de lo necesario, pero si hay otras Julietas también hay otros Romeos, o tal vez sólo hay uno como tú, y no eras el indicado para mí.
La vida pasa aunque tú ya no te des cuenta, y yo, que todavía la vivo ya no paso las noches extrañándote.
Me paso el día a día, conociendo gente nueva y pensando cada vez menos en ti; ahora eres simplemente un recuerdo; alguien que fue y pudo haber sido, pero que ya no será.
Y entonces miro al cielo y sonrío, porque al final, si hay vida después de ti.
Entonces, espero, Romeo, que hayas sentido todo el amor del mundo en su máxima expresión la primera vez que la viste.
Que hayas pensado que nada en este mundo valdría la pena si no lo vivías con ella.
Que más que tu vida hayas visto la falta de, si no la vivías a su lado.
Espero que te hayas ido porque simplemente no había otra opción.
Y que no me hayas dicho adiós, porque sabías, que iba a estar bien sin ti.
[…] palabras se han perdido ante las líneas de esta carta que yo intenté no escribir por el simple hecho de que no me imaginé que esto sucedería, otra vez […]
[…] como lo les lees. Si eres de esos a los que apodan Romeo, esta es tu oportunidad para sorprender a tu pareja y compartir una velada muy especial. Por el […]