– No, no te estoy invitando a los excesos tóxicos, tampoco te vengo a dar un sermón religioso, sólo quiero que confíes en tí y te des cuenta que TÚ puedes modificar tu vida y crear la realidad que deseas vivir.
Usando algunos pasajes bíblicos (y reitero que no vengo a evangelizar a nadie) en Juan 2:1-11, se narra el pasaje en que Jesús convirtió el agua en vino y en Juan 14:12 dice que podemos hacer las obras (milagros) que él hace; y finalmente, en Marcos 9:23, nos dice que TODO, es posible para el que cree.
Luego entonces, tú, sí TÚ, puedes crear cualquier cosa que te propongas, TÚ puedes crear tu milagro, lo más importante es que tengas fe… Creer que puedes hacerlo, creer que tienes la capacidad, creer que lo mereces, CREER EN TÍ, sin importar los comentarios externos… y entonces, ponerte en acción para construir tu deseo.
Convertir el agua en vino
Tienes recursos, tienes talentos, tienes inteligencia, tienes deseos… así es que tienes todo lo necesario para hacer lo que quieras, simplemente toma la decisión de hacerlo.
¿Crees que eres pobre, desafortunado o inepto? Pues si tienes la inteligencia para entender que esa es tu situación actual, tienes también la inteligencia para encontrar la manera para cambiar esa realidad. Tú puedes ser, hacer y tener cualquier cosa que te propongas… pero debes decidirte a hacerlo.
Toma tus talentos y ponte a trabajar. Identifica qué es aquello que te apasiona y que haces muy bien de manera natural y, muy importante, con lo que podrías enriquecer la vida de otras personas. Una vez que tengas identificado tu propósito de vida, tendrás que ponerte en acción, y entonces, las bendiciones lloverán sobre tu vida de una manera milagrosa… Tú habrás creado tu milagro… ¡Habrás convertido el agua en vino!
¿Te gusta cocinar? Haz postres para vender y también algunos para donar a la gente en situación de calle. ¿Te gusta motivar? Prepara conferencias presenciales y algunas online… y jamás olvides brindar algunas conferencias gratuitas al servicio de grupos tales como: grupos de rehabilitación, hospitales, escuelas, asilos, orfanatos y cualquier tipo de asociación de grupos de personas vulnerables.
Lo que lleves fluirá como agua, porque de manera natural se te da… pero quien reciba el beneficio, será como si degustara el vino más fino y eso, inevitablemente, el universo te lo recompensará.