Debo confesar que Nunca había estado tan agradecido con la vida, ni con Dios, como lo estoy desde que tuve la mayor fortuna de tenerlos por primera vez en mis brazos. Sé que durante su madurez escucharan hablar sobre miles de maravillas que existen en el mundo, pero debo decirles que para mí la única maravilla que puede existir, son precisamente ustedes mis hijos. Y la razón para que lo entiendan es muy sencilla, que he decidido resumir en unos cuantos renglones.
Llegaron en el momento indicado, por lo que siempre estaré en deuda con ustedes, ya que han sido para mí como el pastor que guía por el camino a la oveja que se encontraba perdida del rebaño, la luz en la penumbra, el agua en el interminable desierto y el calor que cobija durante el invierno.
La vida es el mayor obsequio que como personas podemos recibir, por lo que podrán imaginarse cuánto significa para mí haber recibido a cada uno y haber esperado durante largos nueve meses para conocerlos.
Me disculpo si puedo sonar machista, pero un padre que ama también sufre el proceso de parto desde la sala de espera o en el quirófano. Sudar frío, sentir náuseas a causa del nervio y pidiendo a Dios que todo salga bien es un pequeño ejemplo de cómo se vive psicológicamente ese momento, pero Nada en absoluto se compara cuando tienes por primera vez en tus brazos a esa personita que lleva la mitad de ti; todo un milagro revelado.
No me considero el mejor padre, y se que muchos pensamos igual, quizá es porque si me fuera posible pondría el mundo en la palma de su mano para que pudieran transmitirle la inocencia y la pureza que hay en su alma para que la humanidad tome un mejor rumbo, sin embargo haré y daré todo lo necesario por cuidarlos y protegerlos siempre, sea en vida o después de ella.
Mis ángeles en tierra, ustedes son la verdadera y única Felicidad que existe en mi ser, la razón de sentirme vivo y con ganas de comerme el mundo y ponerlo de cabeza solo por ustedes. Hay quienes pasan su vida buscando la felicidad en el materialismo y se respeta, pero la intención de escribir esto es por sí un día se preguntan si su padre alguna vez fue feliz, ustedes son la mejor respuesta en vida… Los Adoro mis hijos
