Nadie, absolutamente nadie ni nada serán capaces de darte lo que no esta en tu propio ser, por mucho que se esfuerce la persona a tu lado, sea tu pareja, amistad o familiar, si no esta dentro de ti saber valorar lo que te rodea, no lo podrá crear por ti. La felicidad es un algo subjetivo que tiene diferentes formas, colores y sabores dependiendo del concepto que de la misma tenga la persona.
Quizá para algunos la felicidad radique en una vida estable, un buen trabajo, con un sueldo digno, un hogar, hijitos, cenas familiares y paseos dominicales.
Para otros la felicidad radicaría en tener el trabajo de sus sueños, súper bien remunerado y con libertad absoluta para viajar y recorrer el mundo en aventuras extraordinarias sin ataduras de ninguna especie salvo que ni trabajar necesitase por haber recibido una herencia (caso casi imposible) aunque sí es posible trabajar a través de un ordenador con tiempos determinados por nuestras propias ambiciones.
Para otros más, la felicidad está en el conocimiento, en el aprendizaje, la experimentación y el descubrimiento de nuevos campos de la ciencia y la tecnología.
Y así podríamos seguir con un sinfín de posibilidades de escenarios idílicos de acuerdo a las personalidades individuales de cada quien, sin embargo la felicidad no está en algo externo, aunque así lo parezca, no lo está.
Nos han vendido una idea de la felicidad que tiene de todo menos esa alegría interna que nos lleva a un nivel de satisfacción y paz que no tienen nada que ver ni con lo exterior ni con lo material.
Cuenta la Leyenda que en el principio de los tiempos los Dioses crearon al hombre y la mujer a su imagen y semejanza, pero preocupados por no haber creado unos nuevos dioses, decidieron esconder de ellos la felicidad, de esa manera no podrían ser nunca como dioses.
Reunidos para decidir en donde esconder La Felicidad de los hombres, los dioses pensaron en lo alto de las montañas, pero a su vez consideraron que un día el hombre llegaría a escalarlas; pensaron también en el fondo de los mares, pero igualmente imaginaron que el hombre bien podría llegar a explorarlos; una opción más fue esconderla en otros mundos lejanos a la Tierra, pero igual concluyeron en que tarde o temprano intentarían llegar al espacio exterior.
Así las cosas, uno de los dioses manifestó saber en dónde podría esconderse La Felicidad de tal manera que los hombres nunca la encontrasen, a la pregunta de los demás, señaló: “Escondámosla dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera que nunca la encontraran”. Y de acuerdo con tal premisa, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin darse cuenta que la lleva dentro de sí mismo.
Y así terminaría nuestra historia, pero sería una historia inconclusa ya que la leyenda mencionada llegó un momento en que a través de las historias narradas de padres a hijos llego a los tiempos actuales y quedó al descubierto el secreto de los dioses, por lo tanto el hombre comenzó un nuevo camino hacia la Felicidad, el camino del conocimiento de sí mismo y de la riqueza de su mundo espiritual y la abundancia del mundo interior reflejado en todos y cada uno de los detalles que nos rodean y que nada tienen que ver con un sentido material.
Y es que el ser humano tiene una gran virtud, tiene además de sus cinco sentidos la capacidad de crear, y la felicidad es creable, así es, de un día lluvioso e incluso tormentoso, está en ti decidir si te quitas los zapatos y sales a brincar en los charcos llenando tu cara del agua fresca y alegre que cae del cielo o te recoges en tu casa, enciendes la hoguera o el calentador, te arrecholas en una acogedora colcha disfrutando de una humeante taza de chocolate y un buen libro.
Las cosas que nos dan felicidad son intangibles y todas ellas están dentro de nosotros, somos nosotros quienes decidimos ante una misma situación, tomarla en un sentido positivo o en otro que no necesariamente tiene que ser negativo, puede ser otro sentido positivo, solo que diferente.
¿Buscas la felicidad? No pierdas más el tiempo, busca en ti, porque esta ahí en tu interior esperando a ser descubierta por ti para ti, para ser tu perfecta compañera, tu generadora de energía, de amor, de bienestar, de creatividad, de vida nueva cada día, vive con ella, vibra con ella, sé uno en ella, así de sencillo y así de simple. Solo vive y, más que nada, ¡VÍVETE!!!