Son dos conceptos muy parecidos entre sí y, aunque ambos son internos, existen diferencias muy marcadas que en breve puntualizaremos.
Hemos escuchado a la gente decir «tiene baja o alta autoestima», ¿a qué es a lo que se refieren con tal aseveración? El autoestima es la apreciación que tenemos de nosotros mismos, calificando nuestro propio valor, con base al autoconocimiento y experiencias de vida que nos han llevado a ser quienes somos. Este valor puede ser bueno o malo, ya que podemos depreciar o amplificar nuestro autoconcepto.
Entonces, ¿Qué es el amor propio?
Bueno, el amor propio es valorarte por ser quien eres. Darte los cuidados, el amor, el valor y todo lo bueno y sano que puedas proveerte a ti mismo.
El amor propio es saber que vales, y que tienes las herramientas necesarias para tu día a día, creer en ti, tener fe en ti. Saber que ante los desafíos que tengas que enfrentar, eres lo suficientemente fuerte.
Una persona con amor propio se cuida, se protege, crece y no le teme a los desafíos porque cree en su poder interno. Una persona con amor propio también sabe de límites, impone los suyos cuando intentan pasar por encima de ellos. Una persona con amor propio sabe decir sí, y sabe decir no; porque respeta su persona y no cae en la trampa de la aceptación externa.
Para llegar a este sendero del amor propio no hay atajos, no pides que te manden ubicación para que el GPS de tu celular marque cuál es el camino a seguir.
Llegas a este punto de amor propio después de tantos tropiezos, después de trascender los retos a los que la vida te ha enfrentado.
La aceptación y la autocompasión son determinantes para iniciar este proceso. Ámate tanto, porque lo vales, porque es necesario y sobre todo, porque lo mereces.
[…] vuelve competitivos, adquieren disciplina, aumenta su autoestima, agarran mas confianza y aprenden a trabajar en equipo; además de que los aleja de malas […]