Tienes tus ideales personales. Te unes al grupo de personas que, aparentemente, tienen la misma visión de vida que tú tienes. Todo parece correcto. Los ideales correctos, las personas correctas, los tiempos perfectos. ¿Qué podría salir mal?
Pues si llega el momento en que te das cuenta que estabas equivocado, que te uniste al equipo incorrecto o quizá era el correcto pero, con el paso del tiempo, cambiaron la visión y ya no concuerda con la tuya. Lo más honesto, para contigo mismo, es separarte de ese equipo… Aunque te llamen traidor.
Cada uno de nosotros tenemos un ideal de vida. Lo sabemos, lo sentimos, nos hace fantasear y soñar. No todos están dispuestos a trabajar día a día para materializar sus deseos. Hay quienes incluso los ocultan o evaden, porque es más cómodo no comprometerse.
Sin embargo, el quedarnos estáticos o, peor aún, dejarnos llevar por la corriente, renunciando a nuestros ideales, es algo que no proporciona felicidad real y mucho menos dignidad.
Descubre lo que es tu ideal de vida y apégate a ello.
Aunque te llamen traidor, no cedas a las presiones que buscan que renuncies a tu «por y para qué de vida». Por muy justificada que sea o parezca ser la causa, si es contraria a tu razón de ser, a tu visión, a tus ideales… se fuerte, y no dobles las manos… Aunque te llamen traidor.
Ya que tienes bien claro y definido tu motivo y misión de vida, es más fácil que te mantengas firme en el compromiso contigo mismo. Podrás encontrar la manera de aportar algún beneficio a la causa, visión u objetivo de las personas (en grupo o individuales) que tengan un proyecto distinto al tuyo, sin que esto implique dejar a un lado tu proyecto personal.
Asociarte, tanto en los negocios como en la vida, con personas que vayan en tu mismo sentido, es fundamental para avanzar. De lo contrario, cada paso que quieras dar tendrá que enfrentar resistencias innecesarias. Así que, elige con sabiduría con quién te estás asociando.
Reconoce tus talentos, descubre tu razón de vida, define tus ideales y comprométete contigo mismo. Nunca renuncies a tus sueños… aunque te llamen traidor.