Tantos sueños, deseos, planes y proyectos que se quedan en el lamentable mundo de los «me hubiera gustado…», «Si yo hubiera…» y varios «hubiera» más.
Cuando con ese tipo de frases tratas de justificar algo que no llegaste a realizar, se dice que el «hubiera» no existe, y es verdad, así como tampoco existen los logros que deseabas pero no te comprometiste a materializarlos y se quedaron en simples sueños o intenciones.
Para pasar tus deseos del mundo invisible al mundo visible, hay un puente llamado «acción». Así que, si quieres materializar tus sueños, es necesario pasar por ese puente.
Cruzando el puente.
Las ideas y buenas intenciones valen diez centavos la docena, ponte en acción y haz que valgan su justo valor, haz que cada idea, que cada día, que toda tu vida tenga un gran valor.
Cruzar el puente llamado «acción» no siempre será sencillo. Puede parecer muy largo y quizá eso te desanime, o estar muy alto y causarte temor. A veces encontrarás algunas partes rotas a tu paso y, si caminas descalzo, hasta te podrías astillar. ¡Pero nada de esto te debería hacer renunciar!
También puedes encontrar en el camino a personas que, con o sin mala intención, se pongan a saltar en el puente y lo muevan tanto que te hagan tambalear. ¡No entres en pánico! ¡Sigue adelante! Enfócate en tu proyecto y no dejes de avanzar.
Creer y crear.
CREER y CREAR están a tan sólo una letra de distancia ¿Lo habías notado?
Cree en ti, confía en que puedes lograr todo, absolutamente todo lo que deseas. Olvida los pretextos y enfócate en las razones.
Define tu deseo con toda claridad, traza un plan de acción, enfócate, prepárate, comprométete a lograrlo, sé disciplinado. ¡Atrévete a cruzar el puente! Y verás tus sueños hechos realidad.
