Asomados en el pozo de agua

Desde la escalera se divisa el horizonte, tonalidades intercaladas de verde oscuro a verde esmeralda. Del lado derecho la iglesia del pueblo con sus enormes campanas, no paran de repicar, contadas veces emiten repiqueteos alegres.

Pareciera que se vuelven más solidarias para sumarse al dolor de los caídos.

Entre el camposanto y el verdor del prado está el ganado, el pozo, las casitas hechas de adobe con paredes de varitas, que incesantes humean en los días de invierno.

Asomados en el pozo de agua, Carmen y Buchito, trataban de descubrir de donde provenían esos gritos de auxilio., “¡Mamaaaaaaa!, ¡Mámaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!”

Al tiempo que introducían sus pequeñas cabecitas por el pozo, sólo alcanzaban a escuchar al eco que les respondía, “¿Quién está ahí?, ahí, ahí, ahiiiiiiiiiiiiiiii”. Tiraron piedritas y solo el eco de las ondas de agua les respondía, ¡plac!, ¡plac!

-Vámonos hermana aquí no es, mira tal vez por allá en aquellos matorrales.

Pero el cuerpo iba girando en el mismo sentido de las manecillas del reloj, al mismo tiempo que caía al vació volvía a gritar “¡Mámaaaaaaaa, Mámaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

-Hermanito vamos a comer zarzas y luego a cazar ajolotes ¿Quieres?

-Si-grito Buchito-, ¡Vamos hermana!

Cuál ardilla buchito, trepo por el zarzal y en menos de dos patadas ya estaba bombardeando a Carmén.

– ¡Cáchalas hermanita!, tienes los cachetes colorados. Mira tras de ti Carmencita.

Al voltear Carmen, tremendo tortazo en la mejilla hizo que se espabilara.

-Espera-dijo Carmen_ ¿No hueles buchito?, mamá a prendido el comal, bájate rápido, yo quiero una tortilla cubierta de haba, ¿Tú Buchito?

Yo quiero todas hermanita.

-Bájate púes rapidito, tenemos que ir al río a lavarnos para que mamá no descubra que estuvimos cortando zarzas.

-Carmen hermana ¡Ayúdame!, ya me atoré con las espinas, creo que estoy sangrando.

-No seas bobo Buchito, no es sangre es el jugo de las zarzas

– ¡Ah, ¡Si es cierto hermana, que tonto verdad!, hasta podía haber jurado que me dolía, no sé dónde, pero me dolía Carmen.

-Eres un bobo buchito.

-Corre Carmén, haber quien llega primero al río

-Buchito mira, la mujer de las flores está en el pueblo, ¿Nos habrá traído dulces como siempre que viene?

-Pero cómo lo sabes hermana, yo no veo a nadie

-Mira en el piso buchito, los pétalos de las hortensias y los jazmines azules.

– ¡Oh, es cierto!

-Pero mira hoy no se ha detenido en casa, se ha seguido hasta la plazuela de la iglesia, parece que todos tienen prisa hoy, no hay nadie en casa hermano, todo el pueblo está en la iglesia, apúrate que mamá se va a enojar porque no nos encuentra.

¡Ding! ¡Dong! ¡Ding! ¡Dooongg!

– ¿Escuchas las campanas?

-Si Carmen, vamos quiero ir a ver qué pasa

-No buchito, tenemos que lavarnos la cara o mamá nos va a regañar

– ¡Vamos a casa!

-Espera no corras tanto, no ves que estoy chiquito.

-Púes eso no me parecía mientras me atacabas con las zarzas, oye hermano mira mamá dejo la puerta abierta, aprovechemos ahora que no nos ve, comamos esa tortilla que mamá olvido en el comal.

-Si hermanita, oye Carmen no quiero irme de este lugar, está muy calientito, la tierra está calentando mis deditos y está tortilla quemada con miel, me sabe a gloria, ¿a ti no hermanita?

-Si buchito, también me sabe a gloria, pero tenemos que darnos prisa, sabes que a papá no le gusta que estemos en la cocina, es peligroso, ya ves que siempre que jugamos con las varitas carbonizadas que quedan bajo del comal, nos dice que por andar jugando con ellas, nos vamos a orinar en la cama en la noche.

-Vamos ya, ¡anda!, levanta las manos ¡anda!, ves esto está bonito y te ves muy guapo, ahora si mamá se esmeró, hasta parece que lo almidono

-Si Carmen y tú vestido está lleno de colores, como los pétalos del piso, ¡sí que está lindo!

-Bien vamos a buscar a mamá.

-Ahí está mamá, ¿ya la miraste?, la del rebozo blanco junto a la señora de las flores, ¡qué bonita es mamá, no crees!

-Si buchito, si lo creo, pasate por en medio de las bancas, tenemos que llegar hasta ella.

-Pero creo que no podemos sujetarle las manos Carmen, la señora de las flores, la abraza, ¿Carmen porqué llora mamá?

-Buchito es hora de regresar al pozo, si hubiéramos hecho caso a papa ahora podríamos abrazarlos, debemos volver, Ginito la señora de las flores, nuestra abuela, está con ella como todos los años,

-Y esas cajas pequeñas blancas frente al altar quienes son Carmen?

-Hermano que susto por un momento pensé que estábamos vivos, que miedo ¡vámonos!