¡Qué fácil! ganar dinero a costa de los demás, una lanita extra típico de gente holgazana e irresponsable, o mediocres, conformistas que no quieren progresar; pensamos esto cuando vemos a personas en los camiones, cruceros, plazas y mercados, haciendo teatro, monólogos, parodias o simplemente rutinas cómicas para ganarse unas monedas, mediante «Arte Urbano».
¡Pero no! Somos más mediocres los que criticamos y prejuiciamos a estos sin saber las razones, o motivos que los llevan a ganarse así la vida, o para llevarse una moneda extra de esta manera a sus casas.
He de confesar que en lo personal, tenía este tipo de pensamiento hacía estos personajes; pero esto cambió cuando me encontré con «Pipo«; su nombre era Marco Antonio, dejaré sin mencionar sus apellidos por obvias razones; «Pipo» le decíamos desde niños, para ser exactos desde primaria, era muy inquieto, divertido y juguetón le pusimos así en relación al payaso de Monterrey que salía en televisión en el canal 3 y usaba el slogan musical » que salga Pipo, que salga Pipo, para qué todos comencemos a reír»; así nosotros íbamos a su casa o a su salón en horas de recreo y le gritabamos, que salga Pipo para que todos comencemos a jugar.
Era el alma del barrio y escuela el típico niño popular y todo debido a su carisma y simpatía. ¿Qué pasó con él a través de los años? es y será una incógnita ya que en este encuentro que tuvimos solo algunas cosas me platico, no mucho pero si lo suficiente para poder rememorar esta historia, y cambiar mi ideología con respecto a mucha gente que trabaja en las calles, desarrollando arte urbano; como ellos suelen decirle a, contar chistes hacer malabares, realizar parodias o realizar cualquier actividad artística.
En la plática salió que tenía trabajo de bombero pero debido al bajo salario de devengaba, pues en sus días libres, buscaba unos pesos extras para poder llevar a su casa y ahí más o menos, se daba ciertos lujos para con su familia; yo me imaginaba,no pues este los saca a pasear o vacacionar a alguna otra ciudad, o los llevaba a comer a buenos restaurantes, les compraba ropa de marca; que equivocado estaba, la diferencia entre considerar lujos de uno que tiene un nivel de vida moderado a uno que no alcanza ese nivel.
Sus lujos eran: comprar tortas en los mercados, comprar cobijas de medio uso, ropa y calzado en los tianguis de segunda.
Me comentó «Pipo»_La vida es canija mi buen; Las oportunidades son muy pocas, para personas como nosotros lo que ganamos como salario se va en servicios, en alimentación, medicinas, transporte por eso es difícil salir adelante, tenemos que tratar de ganar un extra y como yo hay muchos, adultos jóvenes y niños, diferentes motivos pero la mayoría y más preocupante es por necesidad.
Y no creas que he Sido mal padre, mal hombre o mala persona… tuve que dejar la escuela secundaria para ayudar a mi madre, mi padre falleció en un accidente, trabaje en talleres, en bodegas,en tiendas de abarrotes y empresas manufactureras (maquilas) y me casé, con los hijos vinieron los mismos gastos a los que ayude a mi madre quien ya recibía ayuda de mis hermanos , ella enfermo y entre todos a mantener su hogar y cuidarla porque se desvivió y envejeció por nosotros… murió y sin dinero tuvimos que sepultarla, de su misma casita salió el dinero para su sepelio…
Conforme avanza el tiempo de vida, para unos es más difícil conseguir trabajo en su mayoría de edad y los que hicieron algún negocio están siendo asediados por la delincuencia organizada, eso lleva a que no crezcan las empresas y que tengamos menos personas emprendedoras y haya menos trabajo, y que sean más las personas y familias afectadas con éste problema económico-social _ termino diciendo mi amigo «Pipo». Su manera de expresarse y la certeza de sus palabras me dejaba entender la inteligencia y capacidad mental de este, además del enfoque humanista con el que abordó el tema en mención.
» Hay compañeros, que trabajan ocultando sus penas, problemas o situaciones emocionales tras esas máscaras de payasos, o esas muecas cómicas y esos chistes qué causan tanta gracia; haciendo honor a la frase de los payasos,< tú me ves riendo aunque por dentro estoy muriendo > haciendo reír a la gente y por dentro llevando una gran pena o un gran problema».
Sé que he vivido en un error en juzgar a estos personajes, y estoy seguro que hay miles o millones que lo hacen al igual que yo; quizá sí existan algunos sobre los que sí tengamos razón, pero no todos somos dueños de la verdad, hay quienes sí merecen esa moneda, simplemente por solidaridad y apoyo moral, y su logra sacarte una sonrisa con su rutina, vestuario o con sus ocurrencias, bríndaselas y confía en que la usará en lo que la necesita.