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Hay circunstancias en nuestras vidas, que no nos permiten avanzar o mejor dicho no nos permitimos hacerlo y nos quedamos estancados a mitad de nuestro camino cómo esperando algo. Pero en esa espera no nos damos cuenta que tal vez estamos perdiendo nuestro tiempo, porque hay cosas y personas que ya no regresan y que ni siquiera valían la pena.

“Aprendiendo a Soltar”, de verdad es que en ocasiones no somos tan valientes cómo para alejarnos de las cosas o de las personas que nos dieron tanto, que nos hicieron sentir mil y una emociones, o de aquellas personas que dejaron gratos recuerdos, o aquellos por los que aún suspiramos y llevamos clavados en el pensamiento y en el corazón; incluso también nos es difícil soltar a quien causaba daño, a quienes nos aferramos, a quien por instantes creímos eran sinceros, por quienes ni siquiera nos sentimos correspondidos; pero por cosas de la vida a veces las cosas no resultan cómo uno quisiera, y algunas personas van tomando un rumbo distinto al nuestro, o los sentimientos van cambiando y simplemente de ahí no éramos, pero queríamos serlo.

Por eso es necesario aprender a decir adiós, a despedirnos de aquellos sentimientos o emociones que llevamos clavados en el alma, y no porque los sentimientos no sean bellos, sino por salud mental. Para que seguir esperando o aferradas (os) a algo que ya no va a suceder o a alguien que ya no va a volver, o a alguien que ni siquiera era lo que esperábamos, pero nos tiene estancados, sin poder avanzar.

Claro que hay sentimientos que son difíciles de borrar del corazón, sentimientos que aún con el paso de los días siguen albergando nuestras almas. Pero que sabemos que no hacen nada bien seguir teniéndolos con nosotros, puesto que eso es lo que no nos permite seguir adelante con nuestras vidas, que nos tienen suspendidos en el aire cómo esperando quizá un milagro.

Amigos, debemos darnos cuenta que hay circunstancias que ya no podemos cambiar, amores que ya no van a regresar, personas que no van a volver, hacer conciencias que algunos ni siquiera valían la pena; y aún con todo eso y con el dolor que nos haga sentir todo eso, es más que necesario tratar por todos los medios de continuar con lo que debiera ser una bella vida, de tratar de ver todo con mejores ojos, de vivir el ahora y el momento y de analizar lo que es bueno.

“Aprendiendo a Soltar”, sé que es muy fácil decirlo, pero es algo verdaderamente difícil tratar de hacerlo; pero claro debemos de poner todo de nuestra parte para que todo vaya pasando, para que el sentimiento podamos recordarlo sin que siga calando en el alma.

El aferrarnos en algo que vivimos, en alguna persona, en una emoción, un sentimiento; de verdad se vuelve una carga tan pesada para nosotros que nos impide cambiar el panorama de nuestras vidas, que incluso nuestra autoestima, nuestra manera de ver las cosas se vuelve tan compleja, que se nos hace una carga tan pesada, nos llegan sentimientos de tristeza, nos ahoga el llanto, la amargura, los miedos de un nuevo inicio, crecen nuestras inseguridades, las dudas, nos va enfermando estar en soledad.

Nos invaden los sentimientos que nos hacen pensar, que nada volverá a ser igual, que nadie más podrá llegar y en ocasiones nos cerramos a la idea de encontrar a otra persona para nosotros, nos cerramos a la idea de volver a enamorarnos por miedo a ser de nueva cuenta lastimados (as).

Pero el hecho de que un capítulo se haya cerrado, no significa que nuestra historia no pueda seguirse escribiendo.

Tenemos que saber que solo nosotros somos los únicos capaces de decidir sobre nosotros, sobre nuestros sentimientos; claro al término de cualquier relación todo es doloroso, cuando alguien se va pues es lógico sentirnos mal, deprimirnos, llorar. Pero con el tiempo, debemos de darnos cuenta que todo tiene su proceso, pero que también debemos tratar de hacer lo que nos corresponde para estar bien y no solo con nosotros, sino con todos alrededor; porqué a veces es notorio nuestro estado de ánimo.

Escuché por ahí que decían, que nada es permanente en esta vida, y la verdad es que debemos estar conscientes de ello, que cuando algo dura hay que agradecerlo, pero cuando ya no existe, debemos aprender a soltar, debemos aprender a alejarnos de aquello que nos impide volver a confiar, a creer, a amar. Debemos aprender a soltar sentimientos que tan sólo existen en nosotros, qué más quisiéramos que el amor durara hasta la eternidad, que las personas jamás se pudieran marchar. Pero para comenzar, ninguna persona es ni debe ser la clave de nuestra felicidad, ni debemos otorgarle todo el poder a alguien para hacernos sentirnos vacíos cuando no está.

Recordemos amigos que todo final es el principio de algo muchísimo mejor para nosotros y que todo principio va a tener un nuevo final en el que nosotros también podamos influir, y es por eso que debemos disfrutar de cada momento, de guardar los mejores recuerdos y agradecer cuando es duradero.

Dejemos ir todo lo que nos mantiene en el pasado, soltemos y demos rienda suelta a nuestras emociones. Soltemos todo aquello que nos impide volver a comenzar, sé que al principio todo es difícil, pero está en nosotros las ganas de querer volver a sonreír, de llenarnos de nueva cuenta de felicidad, de disfrutar de cada día, de percibir la belleza de todo lo que nos rodea.

Está en nosotros cambiar el llanto por sonrisas, la tristeza por alegría, el rencor por el perdón, la soledad por compañía.

Hay que estar conscientes que hay personas que solo nacieron para ser pasajeros de nuestro viaje y que algunos se bajarán antes de tiempo en alguna parada y que algunas personas, seguirán a través de nuestro recorrido.

Dejemos de albergar esperanzas sin sentido, si alguien se fue es porque no era parte de nuestro destino, aprendamos a soltar y veremos que así viviremos para mejorar y con el paso del tiempo nos daremos cuenta que todo era para estar mejor.

Amigos, reconozco que a veces no queremos perder a ese que tanto nos gusta, o aquél que se convirtió en todo para nosotros, o a alguien que lleno de sentimientos nuestras vidas, pero eso sólo fue un sentimiento de apego, de compañía o de felicidad momentánea; hay que darnos cuenta que a veces las cosas no son cómo uno quisiera, pero ya estamos en el camino y dicen que para atrás ni para agarrar vuelo.

Para dejar ir el pasado, debemos aprender a vivir el presente, el aquí y el ahora, fijando nuestra atención en todo lo que hacemos en cada momento. Recordemos que cada minuto es único e irrepetible, por lo que es importante vivirlo plenamente y la verdad es que no vale la pena preocuparnos por lo que fue y ya no es.

Ánimo amigos, cerremos todos los viejos ciclos y a volver a comenzar… ¡SI SE PUEDE! y verán que la recompensa siempre llega…

Los invito a leerme en el Diario Digital EXTRA de la Laguna y en mi página de Facebook: Estrellas en el Cielo (Escritor).

https://www.facebook.com/Estrellitadelatorrelomeli/

La Ciudad Mítica - Capítulo 3
Clases de Felicidad

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