La ansiedad y la depresión son enfermedades que han estado presentes en la sociedad tanto en niños, adolescentes y adultos, sobre todo en los últimos años.
Sin embargo parecen ser aquellas a las que menos quisiéramos como sociedad ponerles atención.
Ansiedad moderna
En la última década el número de personas con esta enfermedad ha incrementado exponencialmente, especialmente en adolescentes y niños; sin embargo aunque es una enfermedad conocida y común no hemos tenido la responsabilidad de ponerle suficiente atención.
Pero ¿A que me refiero con ponerle atención?. Si bien podemos encontrar por todas partes artículos, vídeos , etc. hablándonos de esta enfermedad nosotros como personas solemos intentar desacreditar su gravedad.
Basta con echar un ojo a las redes sociales y darnos cuenta de que solemos hacer burla de esta o restarle importancia provocando en aquellos que viven con ella se sientan siempre solos, incomprendidos o que deberían ocultarlo a los demás por miedo al rechazo y desaprobación social.
Vivir con ansiedad no es algo sencillo, ya sea diagnosticada o no. Hay muchos tipos de ansiedad y un sin fin de causas para ella, pero lo que tienen en común es precisamente el deterioro y la reducción de la calidad de vida de quien la padece.
Cuando eres joven, adolescente o niño tus probabilidades de recibir atención son un poco más reducidas ya que siempre la atribuyen al estrés de la escuela o en el caso de los jóvenes al salto entre terminar la escuela y comenzar a ser «adulto».
Pero no siempre es así, la mayor causa de ansiedad son las expectativas sociales nos hemos convertido en una sociedad avanzada y a la vez un poco retraída, con la llegada de las redes sociales hemos facilitado la comunicación y la difusión de información a través de ellas pero al mismo tiempo nos hemos hecho un poco ausentes de ser más «humanos» con aquellas personas que nos rodean.
El Papel de las redes sociales
Las redes sociales y la tecnología nos han ayudado a reforzar expectativas de vida muchas veces inalcanzables e irreales. Como bien dice Odín Dupeyron en su plática de Tedx «Burbujas» nos han ido orillando a fabricar fantasías en vez de realidades.
Aunque parezca una tontería, muchas personas sufren a diario por no tener una vida «perfecta», por no poder compartir en Facebook o Instagram con los demás lo «felices» y «exitosos» que son.
Pero la vida perfecta no es el único causante los estándares de belleza y de vida se han vuelto surreales hasta llegar a un punto en el qué nos hacen sentir que debemos ser perfectos física y emocionalmente.
Creo que cómo sociedad nos estamos arrinconando a todos a sentirnos continuamente insatisfechos con nuestra vida, nuestros logros y nuestros sueños, pues sentimos siempre que debemos ser mejor que los demás y empezamos a olvidar el valor de nuestros propios logros y de lo que nos rodea.
Incluso a veces nos convertimos en «zombies» que ignoran completamente a las personas que tenemos en nuestras vidas y dejamos de valorar lo que ya poseemos.
Es aquí donde radica el porqué la ansiedad y la depresión son enfermedades que seguirán creciendo y afectándonos desde edades aun más tempranas si como sociedad no hacemos algo.