Despierto en un cuarto completamente obscuro; ¿dónde estoy? Me preguntó mirando a mi alrededor, intento recordar que sucedió mi memoria está en blanco, intento levantarme pero no puedo; con la poca luz que hay en el lugar alcanzó a ver qué tengo un grillete en la muñeca y estaba sujeto a la silla donde me encontraba.
Al fin despiertas dijo una voz que venia de la oscuridad, todas las luces del lugar se encendieron a la vez y un hombre alto que parecía oficial apareció delante de mí, veo que ya despertaste procuraré no golpearte tan fuerte. El oficial tomó una silla y se sentó enfrente de mí, ahora me vas a responder ¿qué hiciste con ella? Aún estaba acostumbrando a la luz cuando recibí una bofetada en el rostro, ¿qué hiciste con ella? Volvió a repetir el oficial, ¿no sé de qué hablas? le respondí acto seguido me arroja una fotografía de una chica como de unos 25 años; ¿qué le paso? No recuerdas ¡tú la mataste! Estabas con el cuerpo, recuerda imbécil que le hiciste.
Varios minutos pasaron y no podía recordar ni lo que hacía en ese lugar o quién era la chica, cuando el oficial salió del cuarto intentaba hacer memoria de todos los hechos, logré recordar que la noche anterior fui a un bar y después de unos tragos conocí a un sujeto creo que se llamaba Ernesto o Enrique no recordaba el nombre con claridad, después de una ronda de cervezas y una buena charla en la que la chica también participó nos fuimos del lugar recuerdo que estuvimos paseando hasta altas horas de la noche y es lo último que recuerdo.
¿Paseando? Déjame reír y seguro que hubo alguien más, pregunto el oficial encendiendo un cigarrillo; estoy seguro respondí, por unos instantes aún estaba fuera de mi intentando recordar que fue lo que pasó; el oficial estaba a punto de apagar el cigarrillo sobre mi cuando alguien entro al cuarto, estuvo hablando con el oficial en voz baja, inmediatamente el oficial saco las llaves de su bolsillo y me libero el oficial que acababa de entrar en el cuarto me ayudó a levantarme y me acompaño a otro cuarto más acogedor.
Disculpa por el trato que te dio mi compañero él es así, estuve oyendo tus palabras y parece que estás en lo correcto hay gente del bar que te vieron con alguien y salieron juntos con la chica, después de llenar el papeleo correspondiente salí de la comisaría pasaban de las siete de la noche; recorrí unas calles sin un rumbo fijo aún tenía en la cabeza el rostro de la chica y el porque estaba involucrado en su muerte.
Revisando mis bolsillos vi que tenía la envoltura de un dulce con el nombre del bar decidí ir hacia allá a toda prisa; 40 minutos después estaba frente a las puertas del bar muy concurrido, me senté en una mesa pedí algo de tomar –espero que con esto recordar- me dije.
Entre la multitud que estaba reunida en el lugar me pareció reconocer a una persona era él; salí tras de él pero lo perdí al no poder hacer otro cosa que regresar a mi casa y pensar que hacer así que tome un taxi y me fui, me pareció que una silueta me observaba.
Al día siguiente revise mi correo y encontré un sobre en blanco, al abrirlo mi sorpresa fue grande al encontrar dentro una fotografía de la misma chica que me mostraron en la comandancia pero esta era diferente la mostraba sobre una cama con la espalda desnuda en el pie de la fotografía decía “recuerdas lo bien que la pasamos”, ¡no puede ser! este sujeto conoce donde vivo; me vestí lo más rápido que pude y salía a cualquier lugar.
Ya caía la tarde cuando me di cuenta que no había comido nada desde que salí de la casa, decidí comer a cualquier lugar; después de tranquilizarme estuve listo para regresar a mi casa aunque la sensación de ir a la policía a decir lo que me paso en la mañana tal vez me tacharan de loco o cómplice; ¡hola! Escuche a mis espaldas, di la vuelta inmediatamente y vi a una persona alta que vestía pantalón negro y tenía una chamarra gris -¿no te acuerdas de mí?- ¡Ernesto! Le respondí mirando la hora, el sonrió y saco un cigarro de su bolsillo ¿no quieres divertirte un rato como la última vez? Dijo sonriendo, yo me quede sin responder.
No sé qué paso pero se oyó el sonido de mi estómago lo que delato que no había comido, Enrique solo sonrió y dijo sígueme, caminamos varias cuadras hasta llegar a una casa con todas las luces apagadas, como si mi enojo por estar ahí no fueran suficiente el abrió la puerta y entro a la casa -la cocina esta por allá- me dijo señalando; con el hambre que tenía no puse objeción y fui a la cocina me hice un sándwich, cuando termine me dirigí a la sala ahí estaba Enrique sentado en uno de los sillones –¿no hiciste café?- pregunto no le respondí y me senté enfrente de el -¿Qué quieres de mí?- le dije; el no dijo nada por varios minutos solo veía los alrededores, se empezaba a notar mi molestia cuando pronuncio -¿no te gusta jugar?- lo dijo con una tranquilidad que me ponía nervioso, estaba viéndolo unos minutos y disimuladamente veía la puerta si las cosas marchaban como estaba pensando lo único que podía hacer es huir de ese lugar.
El reloj marcaba las nueve cuando Enrique volvió a decir -¿no quieres jugar?- eso me pareció de mal gusto, cuando estaba a punto de irme a los golpes con él la puerta se abrió y una bella mujer entro y se quedó paralizada al verme sentado en la sala, lo más aterrador fue que Enrique había desaparecido, intentaba explicarle a la dueña de la casa el motivo por el que estaba ahí; ella tomo un abrecartas que estaba junto al teléfono y levanto la bocina para llamar a la policía, antes que terminara de marcar la bocina cayo de su mano al verla con la luz vi que su garganta estaba sangrando pero ella seguía de pie, atrás se encontraba Enrique sujetándola, cuando lo vi puso a la mujer en el suelo y note que tenía puesto unos guantes desechables y junto al cuerpo había puesto un cuchillo todo ensangrentado, mi miedo creció cuando note que era el mismo con el que me había preparado el sándwich minutos antes.
Enrique sonrió y dijo -acabo de llamar a la policía desde la cocina y el cuchillo tiene tus huellas así que tienes menos de seis minutos para desaparecer la evidencia y huir de aquí, lo que decidas debes hacerlo rápido- al terminar de decir esto Enrique salió corriendo por la puerta trasera; -¿Qué hago?- Me empecé a preguntar lo único que se me ocurrió fue agarrar el cuchillo y salir corriendo del lugar, al cruzar la puerta alcance a ver fugazmente las luces de la torreta de una patrulla que había llegado al lugar; recorrí varias manzanas sin voltear a mirar si alguien me había visto, llegue a un parque y me senté en una de las bancas ahí pude ver lo que tenía en las manos; un cuchillo de sierra con el mango de color azul tenia manchas de sangre combinada con mayonesa, mi temor se hacía cada vez más grande con el paso de los minutos y cuando mi cabeza podía pensar claramente -¿deje algo?- era una de las preguntas que tenía, vi la hora eran las once de la noche y seguía en el parque aun sin saber qué hacer.
Regrese a mi departamento alrededor de las dos de la mañana, -¡tal vez! me detengan en unas horas- pensé al acostarme; desperté alrededor del mediodía y parece que había tenido una pesadilla, Salí a recoger la correspondencia y saludo a mi vecino que estaba enfermo y parece ser que está mejor, con los problemas que tengo pensaría ¿que mi vecino se sorprendió al verme? o pareciera que era la primera vez que me ve.
Me reporté enfermo para no ir a trabajar y ver que puede hacer con lo que me preocupa, no pude resistirme en regresar a esa casa; al verla no pude ocultar mis nervios al ver una patrulla enfrente de esa casa y un listón amarillo pegado en la puerta de entrada, para mi mala suerte en la patrulla se encontraba el policía que me interrogo el otro día. Espere hasta la tarde cuando un grupo de curiosos se juntó frente a la casa, aproveche la ocasión para informarme sobre lo ocurrido, no pude enterarme de más cosas que las que sabía; lo único a destacar es que no deje nada que me incrimine.
Me retire del lugar y le hice la parada a un taxi cuando una mano se posó en mi hombro al girarme veo a un sujeto que cierra la puerta del taxi impidiendo que entre en él; ¡hola! Me dijo el tipo algo molesto le regreso el saludo; -se quién eres y necesito algo- me decía sacando algo de su bolsillo, me dio una tarjeta donde me entero que su nombre es Oscar N y era auditor en un despacho -¿Qué desea?- le pregunto a lo que me responde que tenemos algo en común, mejor que vayamos a otro lugar.
Nos fuimos de ahí a un restaurant me contó que él ha estado buscando a un asesino que se adapta a al mismo modus ataca a gente que viva sola en su propia casa o se las lleva de lugares públicos acompañado de alguien que conoce ahí, me dio escalofrío solo en pensar que alguien ha pasado por lo mismo que yo en ese momento; estuvimos platicando varios minutos sobre el tema, aun no confiaba en el así que evite contarle todo –lo conozco con el nombre de Enrique- le dije para ver su expresión, Oscar no hizo más que un gesto de sorpresa a lo cual me respondió –hasta que tengo un nombre- después de comer pude comprobar que él y Ernesto no tienen ningún vínculo aparentemente. Esa misma noche regresamos al bar donde todo comenzó, estuvimos ahí hasta que cerró el establecimiento y Enrique nunca apareció.
Regrese a mi departamento para descansar un poco citándome con Oscar en la noche para seguir buscando a Enrique; esa noche nos encontramos en el parque y Oscar me entrego un sobre este contenía todo lo que sabía del tema, vi que varias notas tenían fecha de hace cuatro años en distintas ciudades, algo que se ajusta a su modus es que mata a tres o cuatro personas y desaparece varios meses y empieza de la misma rutina en otra ciudad –¡ya empezó de nuevo!- dijo Oscar recogiendo el sobre, me lleve las manos a la cabeza para pensar y le pregunte -¿Por qué lo estás buscando?- Oscar saco una fotografía de su cartera y me la mostro para mi asombro tenía la misma edad que la chica del bar –era mi hermana la mato hace tres años, desde entonces lo busco- nos quedamos unos minutos en silencio y empiezo a ver un patrón él siempre juega así me lo hizo notar la otra noche, Oscar me dice que se hizo amigo del policía que me libero el otro día y que iba a buscar con las otras dependencias la información completa de esos casos, nos estrechamos la mano acordando ver al oficial la tarde siguiente.
Esa noche no pude dormir bien así que me desperté antes que saliera el sol y vi sentado a Enrique, el solo sonreía cuando encendí la luz él se levantó diciendo -¿pensé que no querías jugar? y ahora tienes a un amigo más en el juego- me estaba muriendo de miedo por su presencia en mi habitación, el solo se limitó a sonreír y por fin hablo –tenía tiempo que no me divertía tanto solo que varios ya no jugaran como hubiera querido- dio una carcajada se despidió con la mano y salió tranquilamente de mi habitación, me levante de inmediato y lo busque por la casa solo vi la puerta de la entrada abierta.
Llame de inmediato a Oscar este me ordeno sintonizar las noticias, prendí la radio en el noticiero de las 06:00 horas y estaban hablando de la masacre que hubo en la estación de policía, se mencionaba que dos oficiales fueron asesinados la noche de ayer cerca de las once de la noche, también mencionan que la oficina donde encontraron los cuerpos fue destruida como que el responsable buscaba algo, la policía no quiere dar comentarios hasta tener más información. Salí inmediatamente a la estación de policía.
Al llegar me encontré con Oscar que estaba siendo interrogado por la policía; al parecer el asesino uso su nombre para entrar en la comisaria, nos retiramos del lugar y vimos que Enrique sabe perfectamente cómo nos movemos y ahora no tenemos nada para seguir; Oscar no se veía derrotado como yo y tomo la iniciativa de empezar desde cero.
En la tarde me despedí de él y me encaminé a mi casa, por el resto del día y los dos días siguientes hice mi vida normal, no supe de Enrique o de Oscar, me puse al corriente en mi trabajo y en otras actividades. Decidí salir esa noche a relajar la mente así que al llegar a mi casa tome una mochila metí algo de ropa y tome un autobús que me sacara de la ciudad, así lo hice y en un par de horas estaba en una zona rural, me aloje en un hotel y no supe de mí; ya de noche Salí a conocer el lugar y en el centro estuve viendo los árboles y las aves que estaban en él, pero mi tranquilidad estaba por terminar entre la gente que se movía entre las calles vi un rostro familiar, era la última persona que quería encontrarme era Enrique este parecía que no me había visto así que lo seguí a una distancia prudente hasta que lo perdí no logre ver hacia donde fue, para evitar que Enrique me viera entre aun local que estaba cerca de donde estaba, era una tienda de antigüedades estuve ahí hasta que cerro la tienda.
Regrese a mi habitación y le llame a Oscar, el me respondió que iba inmediatamente hacia allá.
Oscar llego con las primeras luces de la mañana una plática rápida y nos pusimos al tanto; Oscar me dijo que la información que la policía tenía del caso no fue destruida si no desapareció pareciera que hay algo ahí que Enrique quiere.
La plática se interrumpió por una señora que nos preguntó ¿si habíamos visto a su hija? Le respondimos que no; pero al ver su fotografía la sangre se nos heló, la chica tenía la misma edad que la hermana de Oscar y la chica del bar, no le dijimos nada a la señora solo le preguntamos en ¿dónde la vieron por ultima ves? Le dijimos a la señora que si sabíamos algo le diríamos a la policía, ella se retiró y nosotros nos dirigimos al lugar a donde se vio por última vez.
Llegamos al lugar y vimos que estaba desolado y buscamos algún indicio de lo que sucedió, cerca del lugar había un camino que llegaba a una antigua construcción, decidimos ir hacia allá.
La construcción parecía una especie de taller que fue abandonado hace tiempo y el poblado lo ha olvidado por su difícil ubicación; al entrar se veía que nadie había entrado en mucho tiempo o eso se pensaba cuando vimos algunas herramientas nuevas, decidimos separarnos para cubrir más terreno, decidí recorrer la parte baja y pude ver que tenía una caída como de seis metros, posiblemente fue una bodega pero el piso cedió, empecé a revisar el lugar y vi una habitación que estaba abierta y entre a ver su interior; lo que encontré me lleno de un terror.
Dentro de ella, cuando mi vista se acostumbró a la poca iluminación pude ver un antiguo taller con las herramientas junto a estaciones de trabajo, parte de ellas estaban destruidas; iba de salida cuando vi algo sobre una mesa al acercarme pude apreciar un cuerpo, ¡era la chica! grite el nombre de Enrique que resonó por todo el lugar pero no obtuve respuesta.
En el suelo vi rastros de sangre que conducían a otra área, las fui siguiendo hasta que llegue al final del taller, en lo que parecía una máquina, sobre esta se encontraba algo colgando; al acercarme hacia ella pude ver que era otro cuerpo este se encontraba en muy mal estado y parecía que los animales lo empezaron a devorar, me fui acercando hasta que pude ver su rostro, este me lleno de terror era Enrique.
-¿Cómo es posible?- Me dije, él está muerto desde hace días y yo lo vi caminando el día anterior; Salí corriendo y empecé a buscar a Oscar, este estaba cerca y lo vi revisando un folder que tiro al suelo después de verme.
-Aléjate- me ordeno tomando un trozo de madera del suelo, le intentaba decir lo que encontré pero el solo me repetía aléjate moviendo el trozo de madera que ahora era un arma, -¿Qué te pasa?- le grite.
Oscar seguía retrocediendo, le gritaba que se detuviera pero el pavor que tenia de su rostro me decía todo, me aleje unos pasos y Oscar me dio la espalda y salió corriendo; fui detrás de él y cuando logre alcanzando no vio el agujero que tenía adelante y cayo por él.
Intente ayudarlo pero era tarde, recogí el folder y empecé a ver su contenido, era la información que nos entregaría la policía antes que fueran asesinados, tenía la investigación que llevaban hasta el momento, también tenía todo lo relacionado con la hermana de Oscar; con lo que llevaba leído era casi idéntico a lo que estuvo pasando, pero había un tercer folder de un caso más antiguo lo comencé a leer y su contenido me empezó a dar escalofrió.
Hablaba de un caso igual pero esta vez sí lograron capturar al asesino, después de varios exámenes las autoridades lo describieron de esta manera:
El sujeto presentaba el trastorno de identidad disociativo con personalidad múltiple, un caso parecido al del doctor Jekyll y el señor Hyde, las personalidades se encuentran separadas aunque conviven sin ser consciente de ello; al parecer la personalidad más agresiva toma un rostro diferente cada vez, la personalidad pasiva podía cruzarse con la agresiva en cualquier momento pensando que era una persona física.
Los crímenes de esta persona se cometían en dos partes que para cualquier oficial de policía le pareciera que lo había sido hecho por dos personas distintas, la parte agresiva cometía el crimen y la pasiva limpiaba la escena y daba la coartada.
Este sujeto desapareció en uno de los traslado hacia un centro de máxima seguridad.
Al terminar de leer esto había algo debajo del reporte que me helo la sangre; era una fotografía de la persona descrita en el expediente y tenía un gran parecido a mí.
Ahora mi cabeza me está dando vueltas empiezo a recordar la noche en el bar y como conocí a un pobre diablo de nombre Enrique, gracias a esta persona pude acercarme a una chica que se encontraba en ese lugar, recuerdo como salimos y entramos a un cuarto de un hotel ahí enfrente de ella mate a Enrique y luego hice lo mismo con ella, el cuerpo de Enrique logre ocultarlo en la cajuela de su propio automóvil ocultándolo en un sitio aparte, también le robe la placa a un auto desvalijado que estaba en la calle y volví al cuarto donde tome algo para perder el sentido y de esa manera me encontró la policía, al salir de la comisaria fui hasta donde oculte el automóvil y lo lleve a una pensión; lo deje por varios días hasta que encontré la fotografía de la chica y en el frenesí entre a una casa matando a la dueña, todo parecía ir bien hasta que me cruce con Oscar.
Con el entrando al juego y con la nueva información que me proporciono fui a la comisaria después de despedirme de Oscar fui a la comisaria donde pedí hablar con el oficial que me libero, al entrar en su oficina vi al bruto que me interrogo en un descuido de ambos tome una punta que le habían confiscado a un detenido y termine con la vida de ellos tan rápido que nadie escucho ni vio nada, tome lo que necesite y volví a mi departamento. Una última noche Salí para alejarme tome el automóvil y lo conduje a un pueblo lejos de la ciudad donde oculte el cuerpo de Enrique; para desgracia de la chica me vio cuando traía el cuerpo y no podía dejar nada suelto. Esto último lo pienso mientras veo como se quema todo en una fogata cuando veo a alguien; me acerco y veo a Enrique, pero era un reflejo y me dice –¿te gusto el juego? –
Semanas después
Estoy en un bar de otra ciudad cuando se sienta frente a mi Enrique y me dice – ¿Qué piensas de un nuevo juego? – no digo nada solo le doy importancia a mi bebida, Enrique me señala aun patán que intenta conquistar a una chica.
Le doy un sorbo a mi bebida y le digo – ¡voy a extrañar llamarte Enrique! – me termino la bebida y me acerco al patán.