– El mes de abril es amarillo y me siento feliz tan sólo con decir su nombre. No sé si es por la gesticulación al pronunciar la palabra «abril» o si se deba a algún recuerdo de la infancia, guardado en la zona de mi subconsciente en donde almaceno los buenos momentos, esos que incluso conservan el aroma de frescura, alegría y libertad.
Por cierto, estoy segura acabas de hacer la prueba poniendo atención al movimiento de tu boca al decir «ABRIL».
Pienso en el mes de abril y mi mente recrea un hermoso campo de girasoles, aunque no sea la flor característica de la temporada, abril y girasol me provocan optimismo y energía positiva para triunfar.
Pienso en girasoles y siento que tengo todo un abanico de oportunidades que debo aprovechar, todo es amarillo, mi color favorito, pues es un color que me provoca el entusiasmo de tener la certeza de que todo, absolutamente todo lo que me propongo, lo puedo lograr.
Sin brujerías ni misterio
No se trata de hechizos, ni rituales, ni siquiera de asuntos como el estudio del feng shui. En realidad no importa el mes del que se trate, ni la flor, mucho menos el color. Lo que produce esta «magia» es la decisión de sentir alegría, optimismo y la certeza de poder construir cualquier cosa que yo decida.
También tú y todos podemos tomar la decisión de sentirnos agradecidos por el pasado, entusiasmados por el día presente, momento a momento y alegremente emocionados por todo lo que podemos lograr materializar en el futuro.
Elige tu mes favorito, tu color, tu flor… o si lo prefieres, elige tu día de la semana, tu nota musical preferida o tu canción… elige lo que quieras, tú eres el diseñador.
Lo que realmente interesa, es que vivas cada día lleno de alegría, esperanza y emoción.