Era una noche del mes de noviembre del año pasado (2021), mi esposa y yo habíamos ido a regalar una bolsa de ropa de una de nuestras hijas a uno de mis compañeros de trabajo.
Actualmente los niños crecen muy rápido y dejan la ropa casi nueva, por lo que a mi esposa le daba cosa tirarla por lo que me dijo que le preguntara a uno de mis compañeros que tiene una niña un poco más chica que la nuestra, para ver si no se molestaba si se la regaláramos.
Le comenté a mi amigo y me dijo que si, que no había ningún problema de hecho me dijo que le venía muy bien el regalo que le ofrecí.
Por lo que esa tarde habíamos ido a la Colonia Moderna en Monterrey, Nuevo León para regalarla, estuvimos con mi compañero a quién le dio mucho gusto que lo visitamos y que le lleváramos una bolsa de ropa para su hija.
Pero lo escalofriante vino después ya cuando nos retirábamos y andábamos buscando una avenida para salir de la Moderna ya que al pasar por una de esas tantas calles que no supe ni cuál era porque ya eran las 8 de noche y en ese mes oscurece muy temprano, por la misma oscuridad no se miraban bien los nombres de las calles.
Íbamos saliendo cuándo de repente siento que mi esposa me aprieta muy fuerte la pierna y me hace señas para que mire por la ventanilla.
Ella estaba asustada, no pudo hablar sólo me señalaba con insistencia el lugar y al voltear me sorprendí ya que me di cuenta que había un ente del mal.
Era un hombre con traje negro, con sombrero antiguo como de bombín y su cara era pálida, casi blanca, parecía un la de un muerto viviente.
Ese hombre o ente/entidad estaba sentado en la puerta de una casa y a ambos lados estaban dos perros negros grandes, sus ojos eran rojos, parecía que les brillaban como si arrojasen fuego, mostraban sus grandes colmillos, gruñían y ladraban de una forma tan aterradora que nos dio mucho miedo.
Lo que hice de manera casi automática fue meter el acelerador para alejarme lo más pronto posible, cuando mi esposa pudo hablar me dijo: viste lo mismo que yo, al decirle lo que mis ojos vieron nos dimos cuenta que efectivamente ambos tuvimos la misma visión fantasmal.
Recuerdo que le dije enseguida a mi esposa déjame regresarme para ver nuevamente no haya sido una alucinación que tuvimos los dos, ¿Quiero ver bien que era esa cosa?
Pero mi esposa no me dejó, estaba tan asustada que preferimos retiramos del lugar y nos fuimos, temblando y asustados a casa.
Al día siguiente le platique a mi amigo en el trabajo lo que nos pasó y a la salida fuimos a buscar la casa y nos dimos cuenta de que estaba abandonada y tenía un viejo letrero que decía se renta.
Este tipo de cosas no las cuento seguido ya que la mayoría no cree y te juzgan de loco, pero esto que les cuento fue la meritita verdad y nos pasó a mi esposa y a mí. Y esta es una de varias cosas sobrenaturales y aterradoras que nos han pasado.
Historia basada en el relato de uno de los integrantes de este matrimonio que vieron en la colonia Moderna un ente o engendro del Mal.
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