Eran cerca de las 3 de la madrugada, cuándo me desperté y me sentí muy inquieta por lo que me paré para ir al baño, aunque yo no acostumbraba a hacerlo durante la noche, pero esa sería muy especial, tanto que todavía la recuerdo lo que me pasó, aunque ya han pasado cerca de 30 años de aquel suceso.
Me paré de la cama y caminé rumbo al baño, pero cuando pasé por la sala me di cuenta que las cortinas de la ventana estaban abiertas, por lo que me recriminé a mí misma por no cerrarlas ya que no quería que nadie viera a través de ella durante la noche, ya que por ahí pasaba mucha gente para tomar el camión e ir a su trabajo.
Iba a cerrarla, pero me quedé inmóvil, no podía moverme, y al mirar me di cuenta que había un punto rojo del otro lado, como si alguien estuviera fumando un cigarro.
De pronto se me vino a la mente un vecino que con frecuencia pasaba fumando por la calle como a las 4 de la mañana para ir a su trabajo, él laboraba en la Coca Cola, me dije: tal vez hoy le tocó trabajar más temprano.
Empecé a notar un ligero cambio en la temperatura, el cual se fue acentuando cada vez más, era una noche calurosa de verano, pero se sentía mucho frío.
Y no sé qué pasó si me distraje un poco o cerré mis párpados por un segundo, pero al abrirlos ya no era un punto sino un gran resplandor que entraba e iluminaba de rojo toda la sala.
Varios segundos estuve impactada por ese gran resplandor, cuándo desde adentro de ese resplandor se empezó a mover algo extraño, como un ser que se dirigió rumbo a la esquina. En eso pude ya moverme y corrí a la otra ventana que está del otro lado de la puerta para ver realmente lo que era, pero no pude hacerlo ya que de inmediato desapareció, ya no pude ver nada.
Desde mi ventana se podía mirar hacia la esquina que eran como 15 metros, alguien no podría moverse tan rápido, simplemente desapareció.
Quedé tan impactada, nunca supe que fue lo que se me apareció esa noche, la piel se me puso de gallina y aunque me acosté ya no pude dormir.
Esto que les cuento pasó en la sala de mi casa en la colonia Monterreal de Escobedo. Y hasta hoy no se realmente que fue lo que vi esa noche.
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Historia contada por la Sra. Bertha X de Escobedo, Nuevo León.
