Los cambios se manifiestan de diversas formas. Noticias que desde temprano lanzan los noticieros logrando atemorizar o informar a su tele auditorio. Ya no sé qué es verdad ni qué es mentira. He dejado de escribir, pero de nuevo lo hago.
A medida que los sucesos son trágicos, tal vez expandiéndose por otros caminos, por lugares distantes, más distantes que las mismas constelaciones donde el Orión constantemente me atrapa y me incita a continuar con mi pensar. Algo me ata a este mundo, algo debo de hacer para que mi misión prosiga y me he dedicar a la tarea de buscar la forma correcta de llegar a ella.
Cuando quise abrirme un poco al mundo. No puedo darme por vencido, ni quiero. Ahora todo marcha más a prisa, abarcando fronteras, haciéndome menos yo y más de todos, y, aun así, aquí estoy. Buscando por estas letras, navegando como si no hubiera pasado nada. Y ha pasado tanto…
Hoy salí a caminar con mi esposa, como cada día, por un pequeño sendero del bosque, y ha sido ahí donde encuentro la paz, tomado de su mano, charlando de lo que anhelamos y de lo que nos ofusca. Pero siempre con respeto, como un mero diálogo constructivo. los muchos árboles, las nuevas flores, los recién plantados limoneros que de la mano de otro amigo han sido sembrados para que el día de mañana alguien corte con alegría sus frutos.
La luz se filtraba por las ramas.
Por fin llega la primavera, las parvadas de pericos y cotorros son mayores. Esto es lo que verdaderamente nos gusta, poder contemplar la obra de Dios, de regocijarnos con su amor, de sentirnos libres y no presos de las circunstancias.
Me gusta transformarme en árbol y sentir el descanso de las aves. Convertirnos en un solo ser y así poder atestiguar su grandeza. Hay ocasiones en las cuales cierro mis ojos, y escucho mi respiración, el canto del ave libre, para después perderse entre el follaje que vibra al ritmo de nuestras energías.
No sé qué pasará mañana, mientras tanto sigo tomado de la mano de mi esposa para proseguir buscando rutas que nos vuelvan a dejar asombrados de las maravillas de la naturaleza.
Se los comparte su amigo de la eterna sonrisa
