¿En verdad estás tan ocupado que el día no te es suficiente y debes estar tantas horas frente a la pantalla?
Eres una persona adulta, conoces tus responsabilidades y no necesitas que alguien esté supervisando cada una de tus actividades. Lo único que pides es que la familia te apoye para que puedas trabajar en paz.
Que los niños no hagan tanto ruido, que bajen el volumen del televisor, que no usen la licuadora justo ahora, que callen a ese perro que ladra todo el tiempo, que se den prisa con esas tareas y ya desocupen el internet porque necesitas mayor velocidad… ¿Todo eso es verdad? ¿En serio crees que son los demás los que no te están dejando trabajar?
Resolviendo o evadiendo
Tienes todo listo para comenzar con tu trabajo del día desde casa, todo en línea, como te ha llevado a hacerlo la llamada “nueva normalidad”. Tu laptop ya está encendida y cargando sistema, un aromático café que te transporta al mundo de lujo y abundancia al que quisieras pertenecer, una pluma y un cuaderno para anotar aquellas cosas que vayan surgiendo y no quisieras olvidar, y un platito con algunos canapés fríos para aprovechar el tiempo y almorzar de una vez.
Colocaste estratégicamente tu mesa de trabajo en un rincón de la habitación, supuestamente para no estorbar las actividades de los demás, pero tú bien sabes que la razón real, es que estás buscando un espacio para tu privacidad.
Una vez ya todo dispuesto para trabajar, abres tu lista de pendientes, y revisas tu correo por si acaso hay alguna novedad o cambio en los proyectos desde la oficina central. ¡Oh! ¡Un anuncio de aquel viejo restaurante argentino! Echemos un rápido vistazo, total ¿cuánto tiempo me podría tardar?
¡Qué buenos momentos he tenido en ese viejo restaurante! Antes del confinamiento solía comer ahí con algunos compañeros de la oficina. Godínez no podía faltar, era el alma de las reuniones, siempre tan ingenioso, todo el tiempo nos hacía reír… Por cierto, desde que renunció hace ya varios meses no he sabido nada de él… Veamos qué es de su nueva vida…
Y entonces, entras a Facebook a buscar en el perfil del ingenioso Godínez para ver qué novedades hay… Te pierdes navegando entre memes, comentarios y videos… Ya se te olvidó que ibas a buscar el muro de Godínez… Ya es medio día y ¿qué crees?… Tampoco has empezado a trabajar.