0
Please log in or register to do it.

Estoy totalmente consciente de la situación actual.  Pandemia, crisis, familias sin suficiente alimento, personas que perdieron sus empleos, enfermos sin medicamento, contagios, muertes, violencia, secuestros… Y así podría continuar con la interminable lista de lamentables acontecimientos.

Y entonces ¿De qué me alegro? ¿Por qué sonrío? Algunas personas me preguntan, mirándome con cierto miedo y hasta desconfianza, como si yo estuviera loca o no me diera cuenta de lo que está sucediendo, ¿Por qué conservo el optimismo? ¿Qué tanto agradezco?

Las circunstancias pueden ser muy complicadas en este momento a nivel mundial, es cierto.  Y no es la primera vez en la historia, que el mundo parece colapsar y, sin embargo, aún existe la humanidad.  Con cambios, ajustes necesarios, algunos avances, otra «normalidad».  Una vez más, como pobladores de este mundo, nos tenemos que adaptar.

Puedo reaccionar y puedo provocar.

Lo que está sucediendo a nivel mundial, está fuera de mi control, de la misma manera que lo que está pasando en mi país, en mi estado, en mi colonia e incluso en mi hogar.  Lo único que puedo controlar es lo que sucede en mi interior, y aquí es en donde viene el maravilloso poder que todos y cada uno de nosotros tenemos.

Mis reacciones influyen en las circunstancias de mi entorno. Mi manera de responder ante esas situaciones externas, de las que no tengo control, pueden influir e impactar, negativa o positivamente al mundo que me rodea.

Lo que pasa en el mundo puede influir en lo más íntimo de mi hogar y de mi alma.  Y yo decido cómo reaccionar ante todo esto.  Nadie me va a pagar un sueldo por sentirme triste y caer en la depresión… Tampoco me van a pagar por sentirme feliz y llenarme de optimismo, pero definitivamente, ser feliz es mucho más saludable y productivo.  Por eso elijo esa opción.

Escuchar o dejarlo pasar.

Me cansé de escuchar y leer tantas cosas tristes y negativas que finalmente paralizan y bloquean los talentos y capacidades de la gente.  Entonces, seguí leyendo y escuchando, pero también analizando.  No puedo ni debo aislarme del mundo real, simplemente trato de ser selectiva.  Si puedo aportar algo positivo, entonces me interesa el tema, si no puedo ayudar a mejorarlo, lo dejo pasar.

Dejar que lo negativo inunde mi mente, eso sí puede llevarme a la locura real. Por eso decidí ser optimista y sonreír. Si puedo cambiar tu día, si puedo provocarte una sonrisa y sembrar una esperanza en tu alma, cuéntame lo que te sucede, pero si estás aferrado a la idea de que todo está podrido y nada puede cambiar, entonces por favor, sigue tu camino y a mi, déjame avanzar.

Mi "yo" del próximo año.
Leer para vivir, vivir para escribir

Reactions

0
0
0
0
0
0
Already reacted for this post.

Reactions

Nobody liked ?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

GIF