Otro día más tan lleno de tareas por hacer y me quedaron tantos pendientes… ¡Es increíble cómo se van las horas! Día tras día y una vez mas no he tenido tiempo de hacer esa llamada tan importante… ¡Zaz! Antier fue el cumpleaños de esa persona tan importante y lo olvidé enviarle un mensaje… El foco de la lámpara sigue fundido… Tantas y tantas cosas que me pudieron llevar cinco minutos o menos y sin embargo no he tenido el tiempo suficiente para hacerlas… y se van quedando acumuladas en esa montaña de pendientes cada día más grande…
¿Realmente no tenemos esos cinco minutos?… Todos tenemos las mismas 24 horas cada día, la diferencia radica en la manera en que los invertimos.
Dentro de la larga lista de los pendientes y compromisos que tenemos, independientemente de cual sea nuestra ocupación, siempre hay uno o varios espacios de cinco maravillosos minutos que debemos capitalizar.
La primera y más importante acción es la que debemos tomar la noche anterior y que consiste en planear el día siguiente.
¿Qué compromisos tengo? ¿Qué pendientes, llamadas, mensajes, etc. tengo planeados para mañana? ¿Realmente son necesarios o importantes para mis metas y objetivos? Todo aquello que no sea realmente importante, hay que desecharlo de inmediato. Haz una lista de las seis cosas más importantes por resolver. Quizás no termines con todo, pero es una manera de ir eliminando pendientes.
Entre una tarea a otra, puedes encontrar esos cinco maravillosos minutos para contestar un mensaje importante, agendar esa cita con el médico que hace tanto has venido aplazando, para enviar un saludo a ese amigo a quien hace tiempo quieres escribirle y no lo has hecho, para llamar a tus padres, hermanos o hijos y decirles que los amas.
Ninguna ocupación, por demandante que sea, justifica que nos alejemos u olvidemos de nuestra vida social, familiar y menos aun, de cuidar de nosotros mismos.
