0
Please log in or register to do it.

« El título no es título hasta que alguien lo recuerda » (suspiro de un bibliotecario cansado).

Algunos títulos llegan, son la grandiosa idea que tanto esperas , es la idea que te permite sentir que en ese nombre se esta creando la obra que todos podrían leer o por ser lo mínimo, sentirte satisfecho de lo escrito.

¿Qué tan grande debería ser la inspiración para llegar al título?

En mis intentos he escrito varios versos, algunos jamás conocieron el título que les acompañaría hasta haber sido terminados, pocas veces cometí el atrevimiento de iniciar con una idea establecida, en ellos se alberga una palabra, una sensación que define el juego, aparece después de escribir y después de leerte.

«La llegada de la amargura en la boca y su abandono», (suspiro de un bibliotecario escribiendo).

Hacer confesiones conmueve; en mí, nace primero el relato, florece en cada frase terminada. En mi escritura la creación se habita al final, llega al mundo lanzando palabras a la hoja; la idea no puede ser escrita en el aire, en el aire se transporta, llega, es luz divina para convertirse en la buscada inspiración. «Lorrar las letras en la hoja». (suspiro de un bibliotecario anhelante).

Alguna vez creí en mis ideas, averigüé en mis gustos y en esas cimas rocosas afirme, que un título se leer mejor, si no tiene nada que le relacione con el resto de lo escrito. Después descubrí, que mis títulos eran continuaciones de las ideas; en esta inhábil razón de escribir, todo y nada empieza, nunca termina.

Debo aclarar que todo esto es una idea romántica, hoy las situaciones se nombran con palabras melodiosas que juegan con el énfasis de querer definir todo en una única brevedad; acción posible para el escritor al esculpir la inesperada aparición del elegante encabezado, eso que en letras grandes y coloridas se asoma en el lomo de un libro, detrás del cristal, dentro de una cubierta de celofán que le guarda de la grasa de las manos que le visitan. Cosa curiosa, en su vida es visitado, algunas veces contemplado, el lector entra en el enigma por descubrir que encierra ese titular; siempre vuelve a la misma postura recta de una caja de madera.

si tan solo, tuviera
otro nombre ya me
habrían comprado.

Pero su destino es esperar hasta que alguien quiera considerar importante la palabra «INMEMORIAL» como titulo de un buen libro.

Nota relacionada: El día internacional del libro y la rosa

Después de la niebla, el sol
Violencia,una palabra que se repite cada día

Reactions

0
0
0
0
0
0
Already reacted for this post.

Reactions

Nobody liked ?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

GIF