Joseph fue el primer jefe de bomberos en llegar y tomó el control de la situación hasta donde pudo y nunca perdió objetividad en su labor, siempre sereno y tratando de organizar a su equipo para salvar a la gente atrapada. Gracias a su esfuerzo lograron evacuar a gran cantidad de personas, de lo contrario hubieran muerto más del doble al momento del colapso de las torres.