México es uno de los países con mayor riqueza cultural a nivel mundial y esto se ve reflejado en la cantidad de sitios registrados ante la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). Hasta 2018 se tenían 35 sitios registrados entre bienes culturales, naturales y mixtos. Además, según el Sistema de Información Cultural, dependiente de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, hay 1,384 recintos dedicados a la cultura entre los que se consideran museos, galerías, salas de arte y zonas arqueológicas.
Las entidades con mayor cantidad de recintos son la Ciudad de México, seguida por los estados de Jalisco, Estado de México, Puebla y Coahuila. Mientras que las que tienen una menor cantidad de recintos son Baja California Sur, Nayarit, Quintana Roo, Aguascalientes y Colima.
Sabemos, que la cultura es una pieza fundamental para el desarrollo de la sociedad ya que no solo ayuda a preservar las tradiciones e historia de una nación, sino que también es importante para el desarrollo de los individuos como personas de mayor sensibilidad y entendimiento con sus orígenes.
Si nos ponemos a pensar y somos sinceros haciendo un ejercicio ¿Cuándo fue la última vez que acudimos a un museo? ¿Fue por gusto o porque había que ir por una tarea escolar? ¿Estamos dispuestos a invertir el mismo tiempo en una actividad cultural que ir al cine a ver la película más taquillera del fin de semana?
Habrán personas, que podrán responder que van porque les gustan los museos, aprenden cosas nuevas, son seguidores de alguna corriente artística, van por aprender más. Pero seamos sinceros, son más las personas que van solo por obligación escolar y preferirían realizar otras actividades, ya que pueden considerar a los museos como algo aburrido o de nerds.
Los que vivimos en la Ciudad de México, tenemos la suerte de poder acceder a una de las mayores propuestas culturales comparadas con ciudades como Nueva York o Londres, solo es cuestión de tener las ganas de conocer estos recintos. La oferta cultural en la Ciudad de México, es tan variada que va desde museos dedicados al chocolate, tequila, pulque y mezcal; aquellos con temáticas relacionadas con la historia de México, como el Museo Nacional de Historia en Chapultepec, el de las Constituciones, el Museo Nacional de Antropología o del Templo Mayor; los dedicados a una gran diversidad de corrientes artísticas como el Museo del Palacio de Bellas Artes, MUNAL, Museo Tamayo, MUAC, Museo Franz Meyer, Museo de Arte Moderno; para los niños con el Museo del Papalote; los dedicados a la ciencia como el Universum o el Planetario Luis Enrique Erro y así nos podríamos seguir enlistando la oferta cultural de la Ciudad de México.
Sabemos, que desafortunadamente el tema cultural no ha sido una prioridad para los gobiernos del partido que sean, los recursos son limitados y muchos sitios operan en situaciones precarias ya que el mantenimiento de estos es costoso por lo especializado de las condiciones del lugar para preservar las piezas presentadas, los sueldos del personal y demás gastos de operación del mismo.
Como sociedad, estamos por llamarlo de una forma, obligados a preservar el legado presentado en los museos y lo podemos hacer difundiendo las actividades que estos realizan como son talleres, cursos, exposiciones y con ello más gente pueda acudir a estos sitios y sigan realizando su labor para el uso y disfrute de los visitantes.
