México es un país rico en cultura y tradiciones, y también en relatos de terror que se han transmitido de generación en generación en donde hay muchas leyendas y relatos de terror y de fantasmas que pueden ponerte los pelos de punta.
El callejón del aguacate:
Se trata de un callejón ubicado en el barrio de Coyoacán, en la Ciudad de México, donde se dice que ocurrió una tragedia familiar. Según el relato, una pareja de recién casados se mudó a una casa en ese callejón, pero el esposo era muy celoso y violento. Un día, al regresar de un viaje largo, él encontró a su esposa con un bebé en brazos, y pensó que le había sido infiel. Sin escuchar sus explicaciones, él la asesinó a ella y al niño, y luego se suicidó.
Lo cierto es que cuidaba el bebé de una vecina, pero cuentan que desde que sucedieron las muertes por las noches se escuchan los llantos de la mujer y del bebé, son las pobres ánimas que andan penando sin descansar, dicen que se ven sus sombras en las paredes. Muchas personas que han pasado por el callejón han sentido escalofríos, angustia y mucha tristeza.
La casa de Don Juan Manuel:
Esta es una historia que se sitúa en la época colonial, en la ciudad de Guanajuato. Se dice que en una casa de la calle del Truco vivía Don Juan Manuel, un hombre rico y poderoso que tenía fama de ser muy mujeriego y cruel. Él solía seducir a las mujeres con engaños y promesas, y luego las llevaba a su casa, donde las torturaba y las mataba. Un día, una de sus víctimas logró escapar y denunciarlo ante las autoridades, que lo arrestaron y lo condenaron a muerte.
Sin embargo, antes de morir, él maldijo su casa y dijo que nadie podría vivir en ella. Desde entonces, se dice que en la vivienda se escuchan gritos, lamentos y ruidos extraños, y que se ven apariciones de mujeres ensangrentadas y algunos juran que han visto el fantasma de Don Juan Manuel con una sonrisa malévola que los asusta y los deja con los pelos de punta.
El niño del panteón:
Esta es una historia que se cuenta en el estado de Veracruz, en el municipio de Tlacotalpan. Se dice que en el panteón municipal hay una tumba que tiene la figura de un niño de yeso, vestido de blanco y con una pelota en la mano. Según el relato, el niño se llamaba Miguel y murió ahogado en el río Papaloapan, cuando jugaba con su pelota.
Sus padres lo enterraron en el panteón y le pusieron la figura de yeso como recuerdo. Sin embargo, se dice que el niño no descansa en paz, y que por las noches sale de su tumba y busca a otros niños para que jueguen con él. Algunos dicen que el niño es bueno y solo quiere compañía, pero otros dicen que es malo y que puede hacer daño a los que se acercan a su solitaria tumba.
Estos son solo algunos de los muchos relatos de terror que se cuentan en México, y que forman parte de su cultura popular, que es enriquecida constantemente con las historias que cuenta la gente.
Bibliografía: Con la ayuda de la IA llamada Bing.
