Cuándo una persona desea restructurar su vida, lo primero que debería de hacer es identificar sus habilidades, esos talentos innatos que todos traemos desde que nacemos, cuáles son esas capacidades que no nos cuesta hacer y que las hacemos muy bien.
Debemos de conocer cuáles son nuestras fortalezas y al mismo tiempo nuestras debilidades para trabajar en ellas y que con el tiempo y el esfuerzo podamos convertirlas también en fortalezas y al menos que ya no sea una debilidad que nos estorbe en nuestros objetivos y metas.
El ser humano es muy fácil que caiga en una zona de confort y como se siente tan bien se reúse a salir de ella, pero tenemos que saber que si queremos crecer hay que aceptar retos para enfrentarlos, para crecer, para sentirnos vivos y con un propósito en la vida.
Si no tenemos un propósito en la vida es como el marinero que aborda su barco sin tener un puerto de destino a donde ir, solo será arrastrado por el viento sin rumbo fijo sin llegar a ninguna parte.
Estas son las preguntas fundamentales que todos debiéramos de hacernos de perdido una vez en la vida.
1. Cuál es mi propósito en esta vida.
2. Para que soy bueno, es decir, cuáles son mis habilidades, mis talentos.
3. Qué habilidad de las que poseo podría darme para vivir.
4. Cuáles son mis fortalezas y debilidades.
5. Qué debilidades puedo convertir en fortalezas.
6. Qué necesito para tener un buen equilibrio en mi vida.
7. Qué necesito cambiar de mí persona para crecer más.
8. Cuáles son las metas que me llevaran a cumplir mi propósito.
9. Qué objetivos tengo que ponerme para alcanzar mis metas.
10. Qué familiares y amigos pueden ayudarme a alcanzar mis metas.
11. Que familiares y amigos solo me estorbaran para alcanzar mis metas.
12. Que entorno tengo que cambiar para mejorar.
Estas son algunas de las preguntas que tienen que estar contestadas para poder definir mejor mi camino hacia mis objetivos y metas que deben estar encaminadas hacia mi propósito de vida.
Al mismo tiempo que buscamos el crecimiento debemos también de buscar un equilibrio entre cuerpo, mente y alma, no por tener más dinero debemos de olvidad nuestra salud física y mental, o nuestra espiritualidad.
Y no menos importante es que no debemos de descuidar a nuestra familia, ya que ella es el principio y fin del ser humano, la célula básica de la sociedad, ella es la que nos motiva, nos da fortaleza y energía, la que nos brinda amor y comprensión y la que debiera ser un estímulo para seguir adelante.
Lógicamente que estamos hablando de una familia normal, madura y equilibrada que apoya, corrige y motiva a sus integrantes, de no ser así sería mejor alejarse de ella por algún tiempo, mientras alcanzamos en parte nuestras metas, sin que esto signifique olvidarnos completamente de ella.
¿Qué te parecieron estas sugerencias motivacionales para crecer?
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[…] es como tener una relación. Primero necesito crear cierta conexión con las personas con las que hago música para que las ideas fluyan con libertad. Aún estoy en ese proceso con la esperanza de tocar en vivo pronto», […]