Entre galaxias y planetas

Él y ella eran imperfectos, como todo el mundo, él era siempre alegría y ella mucha tristeza; por cosas del destino de las circunstancias se unieron, unieron sus mundos, dentro del inmenso universo y crearon su galaxia; él la dejó, ella le dijo que lo amaba.

Él nunca reaccionó, ella lo esperó, viendo como él hacía sus viajes espaciales, en cada estrella, en cada cometa, en cada planeta.

Cuando él regresó, ella ya había formado otra galaxia y ella no pensaba en dejarla; no pensaba en dejar esa unión imperfectamente perfecta; debido a que su planeta acompañante y ella decidieron seguir la misma rotación.

La comprensión y el amor, crearon lunas en esa relación de planetas brillantes.

Es muy complicado en ocasiones la manera en que culminan o inician las relaciones amorosas, si terminas ese lazo emocional podría ser que tu ex pareja sea posteriormente tu mejor amigo(a); o tal vez simplemente no era el momento para ambos; y aun así después de algún tiempo se vuelvan a unir, siendo el segundo, el minuto adecuado o tal vez toda una vida.

A veces sentimos amor, en otras ocasiones odio y en otros días, podemos sentir ambas cosas; recordándonos que somos seres vivos, que podemos sangrar en el interior; que nos podemos quebrar, pero que también sacaremos todas nuestras fuerzas para estar mejor.

Aunque debo de mencionar y especificar, que no sólo sucede entre parejas amorosas, nos sucede a diario, con nuestra familia, amistades o compañeros de trabajo (posiblemente me falten mencionar más lugares y espacios); lo que debemos de recordar siempre es que somos parte de este planeta; quizá un simple punto en la galaxia, pero estamos vivos, mientras sintamos y respiremos tenemos que buscar nuevamente nuestra felicidad, sacar todo o que nos hace daño.

Porque a pesar de todo lo que pase, el hecho de vivir es algo hermoso; el mejor regalo existente en la vida, es la vida misma, sin la vida jamás hubieras conocido lo que te gusta hacer y te apasiona.