Hoy en día la movilidad de las personas ha cambiado considerablemente, quedando atrás los camiones urbanos, los viejos taxis tipo Vocho los ya más conocidos Tsuru por hablar en términos modernizantes lo de hoy en una app de movilidad como: Uber, Didi, Drive, Bolt., con solo un celular en mano se marca y solicita un servicio para que lo lleven al destino solicitado en par de minutos y desde la puerta de su casa hasta la otra puerta de destino, ya no tienes que esperar el viejo y sucio taxi en donde el conductor que te brinda el servicio lo hace de mala forma.
Y en esa decisión de coger tu smartphone y pedir un servicio de aplicaciones de movilidad se tejen historias que entrelazan vidas cotidianas de las ciudades y de individuos habidos de que los escuchen en el anonimato.
Cuando abordan los nuevos servicios de movilidad los usuarios se sienten cómodo en pleno confort con la seguridad de que llegaran con bien y puntuales a su destino, ese confort los sitúa en una extensión de la sala del psicólogo, de su casa, de un bar en donde dentro del anonimato comienzan a soltarse del día a día, de los problemas de la casa, de los hijos, de la pareja, de la economía, de la amante o amiguita, del trabajo, es decir de la cotidianidad que llevamos en esta gran ciudad. Se habla de todo, de política y preferencias por tal o cual candidato, de su situación económica, de su situación sentimental y emocional, de sexo, de la postura con respecto a las preferencias sexuales, de las criticas a los padres quienes son los más cuestionados, por cierto.
Y es ahí donde con todo el confort comienzan a hablar con solo jalar un hilo de toda la madeja de historias que cada individuo carga tras de sí.
Que, si la esposa es sumisa, La crisis económica, la independencia de los hijos. en fin, un corolario de historias que viajan y se cuentan en 15 minutos y que son más aliviadores que la cita con el psicólogo con solo pagar el servicio que brinda la nueva movilidad.
Hoy que la libertad de expresión se hizo extensiva para todos, mujeres, hombres y niños y niñas e individuos de cualquier género hablan sin ningún tabú y sin ningún miedo a que los escuche una tercera persona ajena a su círculo más íntimo o familiar, las palabras fluyen como lo más normal y coloquial para estos tiempos de libertades.
El tabú que antaño nos inculcaron los padres para ciertos temas queda excluido en las actuales conversaciones e historias que entretejen a las personas de esta gran ciudad que descubrimos con anécdotas contadas en primera persona o del imaginario popular y que pasan de generación en generación, será que el anonimato cubre con velo al narrador nato que aborda los servicios de movilidad de las grandes ciudades que asfixian el tráfico desde el crepúsculo al anoche. Todo lo que en la ficción se imagino la realidad lo supero a través de una app de movilidad, y en el trascurrir de tu casa al bar, de tu trabajo a tu casa, del centro comercial a la casa del amigo. Es así como la tecnología, nos abordó y nos desnudó las historias viajando en la nueva movilidad de una app.