¿Se puede mejorar el hígado mejorando nuestras emociones?, o corrigiendo la actitud que tomamos ante los problemas que nos presenta la vida, tal parece que sí, ya que hay una conexión entre ambos aspectos que pueden mejorar o empeorar tu salud.
El hígado cumple un papel primordial en todas las funciones vitales, a tal punto que es el productor de la albúmina. Esta sustancia es la base de nuestra materia viva y sobre todo de la inmunología.
Ahora se comienza a comprender que las células cancerígenas son degeneraciones que tienen que ver con albúmina defectuosa, consecuencia directa del mal funcionamiento hepático, por lo que el buen funcionamiento del hígado es de suma importancia.
El hígado no solo filtra y elimina desechos, sino que también se ocupa de neutralizar venenos, toxinas, microbios y sustancias cancerígenas. Mata virus y microbios, desactiva y evacua las sustancias tóxicas que ingresan al organismo por diferentes vías, purifica la sangre de residuos del metabolismo celular y elimina desechos de fermentaciones y putrefacciones intestinales.
Según la medicina tradicional china, el hígado está relacionado con la ira y la frustración, dos emociones que pueden bloquear su funcionamiento y causar problemas físicos y mentales. Por eso, es importante aprender a gestionar estas emociones de forma adecuada, sin reprimirlas ni expresarlas de forma violenta o agresiva.
El hígado controla factores de la estabilización del estado emocional
El estado emocional y la claridad mental de una persona, dependen de la libre circulación de la energía y la sangre. El hígado controla ambos factores, y por tanto la estabilización del estado emocional.
Un hígado sano proporciona juicio claro y decisiones firmes; la acción que genera es rápida y consecuente. La emoción positiva de un hígado sano es el idealismo.
El bloqueo de la energía del hígado, crea un estado depresivo. La tendencia psíquica negativa es la cólera, que se produce como reacción a la depresión y es acompañada por crisis de irritabilidad, mal humor y violencia.
Las crisis de cólera son normalmente reprimidas hasta el momento en el cual se liberan, desembocando en verdaderas erupciones volcánicas. Esta emoción se considera la más dañina, pues condiciona todas las funciones del sistema energético.
Algunos síntomas físicos y emocionales son:
Cefaleas y migrañas, consideradas enfermedades generadas por el hígado, aparecen cuando este órgano se siente afectado y no llega a desempeñar su función de empujar y distribuir la energía hacia la cabeza y las extremidades: entonces la cabeza se congestiona y se calienta, al mismo tiempo que las manos y los pies se enfrían.
Dificultades para asimilar alimentos, inapetencia, dolores de cabeza luego de comer, boca pastosa, lengua blancuzca o amarillenta, sabor amargo en la boca, hinchazón de vientre, acumulación de gases, nauseas, vértigo, piel amarillenta, cutis graso, granos, catarro, estreñimiento, heces en forma de confites o poco consistentes y de color amarillento, insomnio en las primeras horas de la noche y dificultades para despertar por la mañana, picazón de piel, caspa, caída del cabello, migrañas, cefaleas, dolor en la nuca, síndrome premenstrual (catabolismo hormonal), fatiga muscular, edemas, calambres, mala circulación venosa, coloración verdosa del rostro y los ojos, fobia a la luz, dificultad para permanecer al viento, problemas de visión, afecciones oculares y precoz pérdida de la vista, son causados por un hígado cansado y sobrecargado.
Una dieta que mejora la condición hepática, incrementa la capacidad visual. Dos líneas verticales en el entrecejo indican un hígado agotado.
El hígado trabaja de la mano con la vesícula biliar por lo que los desequilibrios biliares se asocian con rigidez de pensamiento, cólera, excesiva preocupación por los detalles, frustraciones y miedo hacia lo desconocido. Decisiones y acciones quedan paralizadas.
El hígado es el “maestro de la astucia y de la acción”, así como la vesícula biliar lo es de la “fuerza de decisión”. La salud de ambos órganos determina la capacidad de ser un líder; es el “eterno ganador”. La capacidad de previsión, o sea de anticipar la realidad interior y exterior, depende de la salud del sistema hígado/vesícula.
Algunas formas de mejorar el hígado con las emociones son las siguientes:
- Practica la meditación, el yoga, la respiración consciente o cualquier otra técnica que te ayude a relajarte y a liberar el estrés. Estas prácticas te permiten tomar conciencia de tus emociones, aceptarlas y transformarlas en forma positiva.
- Haz ejercicio físico regularmente, ya que te ayuda a liberar las hormonas llamadas endorfinas, a las que se les conoce cómo: las hormonas de la felicidad.
- El ejercicio también nos ayuda a eliminar toxinas a través del sudor. Además mejora la circulación sanguínea y el metabolismo, lo que beneficia al hígado.
- Lleva una dieta saludable y equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras.
- Evita el consumo excesivo de alcohol, tabaco, café, azúcar y grasas saturadas, ya que son sustancias que dañan el hígado y alteran el estado de ánimo.
- Toma infusiones de plantas medicinales que favorezcan la función hepática y la salud emocional. Algunas de las más recomendadas son el té verde, la alcachofa, el diente de león, el cardo mariano y el desmodium. Estas plantas tienen propiedades diuréticas, antioxidantes y antiinflamatorias que estimulan la regeneración celular del hígado.
- Expresa tus emociones de forma constructiva y asertiva. No te guardes lo que sientes ni lo descargues con los demás. Busca formas creativas y sanas de canalizar tu ira y tu frustración, como escribir, pintar, cantar o bailar. También puedes hablar con alguien de confianza o buscar ayuda profesional si lo necesitas.
- Cultiva actitudes positivas como el amor, la alegría, la tolerancia, la confianza y el perdón. Estas actitudes te ayudan a sentirte mejor contigo mismo y con los demás, y a armonizar tu energía vital. El hígado es el órgano de la vitalidad, por lo que se beneficia de estas emociones positivas.
Algunos expertos en la materia nos dicen:
- Hay que pensar dos veces antes de decir que una persona es nerviosa o está estresada. ¿No sería más correcto decir que la persona esta intoxicada?
- Antes de medicarse ¿no es mejor desintoxicarse?
Esperamos que estos consejos te sean útiles para mejorar tu hígado mejorando tus emociones. Recuerda que el hígado es un órgano muy importante para el bienestar general, así que no dudes en cuidarlo y si tienes algún problema consulta con un especialista.
Bibliografía:
Reprimir las emociones bloquea nuestro hígado – Mejor con Salud
El hígado y las emociones – La Guía Sana (guiasana.com)
La conexión entre las emociones y las disfunciones del hígado en el cuerpo humano. – Rubén Hidalgo – Fisioterapia Cuenca (fisioterapia-cuenca.es)