Hoy puede ser un gran día, así que recíbelo con agradecimiento. Deja atrás tus angustias, tus tristezas, tus enojos. Respira, relájate, date cuenta que estas vivo y que puedes vencer el desaliento. No te pierdas del momento presente, no permitas que la vida se te escape sin que la vivas; asómbrate y disfruta de cada instante.
Frank me dió una de las lecciones más valiosas de mi vida: El estrés no tiene por qué ser algo negativo, si lo canalizamos de manera positiva, lo convertimos en el entusiasmo necesario para usarlo como el combustible que nos impulsa a enfrentar y superar los retos que la vida nos presenta.
A la vida le gusta que le pidamos con nuestras acciones, con nuestra fe en nosotros mismos, con nuestra disciplina y a un nivel directamente proporcional al nivel de nuestra autoestima.
Para nadie es un secreto (ni tiene por qué serlo), que personalmente, estoy en declarado desacuerdo con el gobierno federal que, en este momento y desde hace ya casi tres años, tenemos en México.
Al ver mi cama con las cobijas aún revueltas, no pude evitar la tentación de esa invitación tramposa que parecía decirme “anda, regresa a la cama, aún tienes tiempo para descansar cinco minutos más».
