Los deseos pueden ser esa excusa perfecta para ser mejores en aquello en lo que tanto queremos destacar. Sin embargo, los deseos con el paso del tiempo se pueden volver ambición; solo para después ser perdición.
Hay cosas con las que el ser humano no debe involucrarse. Fuerzas que nuestra especie no puede controlar. Querer apoderarse de ellas, podría llegar a ser una auténtica sentencia de muerte.
Los niños; son almas puras. Tan puras que no solamente son capaces de transmitir sinceridad y cariño real. También, pueden ser objetos de sumo interés para fuerzas malignas.
La danza y la brujería pueden tener más en común de lo que piensas. Los efectos que ambas causarían en ti serían tan diversos y poderosos que, podrían envolverte sin que te des cuenta.
Una mujer que puso de cabeza a toda Nueva Zelanda durante el siglo XX. Abiertamente bruja y amante del ocultismo. Una pintora que sin duda, supo combinar su lado oscuro con su talento.
