El derecho al voto tiene apenas 69 años desde su entrada en vigor en México, el decreto por el cual se nos otorgaba este derecho fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de octubre de 1953.
Esta prerrogativa marcó un avance en la dignificación de los derechos humanos, cuya máxima es la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
La toma de decisiones que teníamos en nuestras manos con este derecho al voto, marcó que nuestros gobernantes ejercieran su mandato en favor de la población. Incluidas las mujeres que en ese entonces eran un velo invisible.
Se reconoció el derecho al voto, y a ser votado.
Con lo cual se generó con el pasar de los años, la instauración de dependencias que ayudan a las mujeres en casos de violencia, se abrió el paso para que pudieran involucrarse en la solución a muchos problemas que aquejaban a nuestro país.
Sin embargo, los movimientos feministas que han tornado en una liga extremista, desvirtúan todo el trabajo que se ha forjado a lo largo de estos años. La destrucción y el ataque a las representaciones de autoridad han creado una imagen que ha logrado desvirtuar aquel anhelo de querer mejorar la situación económica y social que se vivía en esa época.
Cabe reconocer que este paso que se dio en ese entonces, ha sumado el tipo de políticas públicas que beneficiaron la paridad de género, dado que se abrió paso a generar más puestos donde se emplearan a las mujeres en ámbitos que eran solo para hombres.
Y, aunque en un principio se creyó que crearía cierta dicotomía por la diferencia de roles entre unos y otros, la verdad es que se necesitaba tener perspectiva de género para poder enarbolar una mejor sociedad en la cual se proyecte el mejor futuro a favor de nuestra nación.
