¿Porqué siempre queremos definir el amor?

Nos encanta escribirle a éste sentimiento y es que todos nos hemos hecho ésta pregunta alguna vez, «¿Qué es el amor?», Nos preguntamos con el corazón roto, en algún momento de incertidumbre o lucidez pero, ¿cómo saber? ¿Quién nos dijo cómo debía ser?

No es novedad, en pleno siglo XXI saber que los escritores aficionados y la industria del cine se han encargado de llenarnos la cabeza con ideologías que vinieron de… ¿de dónde vinieron? ¿Porqué? ¿Para qué? ¿QUE NECESIDAD?.

Y luego vienen las preguntas de siempre, y las pongo en mayúsculas porque el drama es infinito (agregue más drama de ser necesario) ¿SERÉ YO LA ÚNICA PERSONA QUE NO AH SENTIDO EL AMOR? ¿PORQUE A MÍ? ¿QUÉ HICE PARA MERECER ÉSTO?

¿Que es el amor? Es igual a preguntar ¿De qué color es el cielo? Y de que color podría ser si no es azul.

Pero azul rey, azul «bajito», azul obscuro, rosa en el atardecer, naranja en el amanecer…

Espacio, tiempo, realidad. Es un prisma de infinitas posibilidades.

Le pusimos «amor» a esa adicción generadora de serotonina y como buenos humanos tenemos éste sentimiento primario en el que, la necesidad de acumulación toma tal forma que al final, siempre queremos más, cuando en realidad, al ser intangible, y similar a la felicidad, se vuelven indefinibles y duran… Sólo un momento…

Felicidad intermitente, aprovecha tu presente.

Sí, sí, ya lo sabemos ¡PERO QUEREMOS QUE SEA PARA SIEMPRE!

Serotonina y oxitocina son las moléculas responsables de éstos maravillosos sentimientos. Lo que nunca nos dicen, es que ni siquiera el cuerpo es capaz de producir éstas 2 hormonas TODO, EL TIEMPO.

Existen millones de muertes por cualquier exceso.

Vivimos en un cuerpo, lleno de reacciones químicas que se encuentran en constante cambio, que porque las energías, que porque la luna, que porque hay que pagar la renta o por lo que sea y, así tiene que ser.

Si quisiéramos sentir lo mismo siempre, tendríamos que ser un mueble.

Debemos aprender a aceptar. Aceptar que todo tiene un tiempo, un ciclo y un momento, y que para conservarlo por siempre, la aceptación es fundamental y entonces, y sólo entonces, el amor se vuelve infinito trascendiendo más allá de la conciencia y la espiritualidad humana.

Al momento de agradecer, al momento de aceptar y al momento de sentir gratitud ya sea dada o recibida, nuestro cerebro produce la misma cantidad de serotonina y oxitocina que cuando nos enamoramos. No lo digo yo, lo dice la ciencia.

Entonces, ¿Qué es?.

Creo, que no hay necesidad de definirlo más que sentirlo, disfrutarlo y aceptarlo siempre que venga.

Y como todavía no podemos controlar el tiempo, aquí es cuando entendemos, que depende enteramente de nosotros mismos la calidad de serotonina y oxitocina que queramos sentir, la calidad de Amor que ofrecemos y queremos dar.