¿Te has preguntado alguna vez porqué haz conocido a ciertas personas, viajado a lugares específicos o porqué te enamoraste de ese alguien que no pudiste olvidar? Ahí entra la causalidad, el proceso entre causa y efecto, o podríamos decir para entenderlo mejor: nosotros creamos nuestros efectos al actuar de cierto modo en la vida, nuestros pensamientos, acciones, actuar, sentir, crean una onda energética que provoca un desplazamiento que hace como un efecto domino, lo bueno y lo malo que hemos conseguido en la vida es consecuencia de nuestra creación, de nuestras vivencias.
Cada vez que damos un paso, hacemos un cambio positivo o negativo es lo que recibimos como respuesta a nuestras acciones. Encontramos a personas negativas y que nosotros creamos el ambiente a nuestro alrededor con miedos, dudas, dolor, estaremos creando el camino de sufrimiento, soledad y tristeza, el cual podemos cambiar al poner en nuestra mente positivismo, el cambio se notaría inmensamente en nuestro vivir.
También se dice que el camino que nos lleva a lugar donde debemos en tiempo y forma es la causalidad, es como un hilo que nos va guiando marcando una línea invisible que nos conduzca hacia algo o alguien. Yo he comprobado este teoría de manera simple, he conocido muchas personas que de alguna manera deberían estar en mi camino porque serán los puentes, el transporte o el conducto para las cosas que necesito realizar, cuando he estado en momentos duros o difíciles encuentro gente que puede darme esperanza o alivio, ya que quizás en ese momento lo necesita, o respondiendo una pregunta que ronda en mi mente, y no puedo darle respuesta, cuando estoy de mal humor, molesta o pesimista también he encontrada personas contrarias, duras, frustradas que hacen que me sienta peor.
Creo que por eso cada uno puede dar paso a equivocaciones o aciertos en nuestras vidas.
