A mediados del mes de junio visité el tianguis de la ciudad de Atlixco, Puebla. Es un mercado sobre ruedas enorme que se pone todos los sábados y es realmente de admirar el colorido y la diversidad de productos que se venden en dicho lugar, encontré desde una variedad de ciruelo europeo de color amarillo (yo solo conocía las ciruelas europeas rojas), las deliciosas pitayas de mayo de las cuales hay un montón de sabores y colores diferentes y los exóticos frutos del rambután.
Como sea lo que les quería platicar era que es esta época en que somos cada vez mas consientes del mal uso que le damos a todos los derivados del petróleo me dio mucho gusto ver que ya hay diversos modelos de bolsas ecológicas que la gente está empezando a adoptar para sus compras, en realidad no sé exactamente el material del cual están hechas, pero si sé que son mucho más resistentes y duraderas que las típicas bolsas de plástico chafas que no duran ni dos salidas y que saturan las coladeras causando desastres en el drenaje y siendo la principal causa de inundaciones en la época de lluvias, o peor aun que siendo transportadas por el cauce de los ríos y desembocando en el mar causen un enorme daño a todos los organismos que lo habitan. De hecho ya hay mucha información disponible donde ustedes pueden ver que todos los plásticos que se van al océano llegan a formar “super islas” de basura que originan entre otras cosas la disminución de la fauna marina en estos lugares.
Necesitamos urgentemente disminuir el consumo indiscriminado que hacemos de este material ya que aunque no lo parezca los plásticos están literalmente invadiendo el planeta y tan es así que se han encontrado niveles significativos de ellos en la sal que consumimos (que quien sabe que implicaciones puedan tener en nuestra salud a futuro). También hemos visto con tristeza fotografías de tortugas, ballenas, delfines y otras especies del mar que estaban deformadas, sofocadas y a punto de morir por bolsas, lazos, redes, empaques de cerveza, y otros objetos. ¡Hasta en el monte Everest, hay ya una gran cantidad de plástico! cortesía de nosotros los seres humanos, la única especie inteligente del planeta.
En fin pensando en todas estas reflexiones me atreví a escribir este pequeño artículo e invitarlos a que adoptemos y normalicemos el uso de productos que sean más amigables con nuestro entorno y a que evitemos en medida de lo posible el uso de las bolsas de un solo uso. Lo podemos hacer, no es difícil decirle a los cajeros en el super que no queremos bolsa porque traemos la nuestra. Empecemos a cambiar nuestra mentalidad para dejarle a las nuevas generaciones un mejor futuro.
¡Que tengan un excelente día!
