Esos melodramas , culebrones, o «novelas», como le dicen las señoras…
Voy a hablar de las villanas. Esos personajes que provocan sentimientos de coraje, de identificación y risa.
Las «taranovelas» tienen un lugar especial en los hogares de todo el mundo, son obras simples, sin intelecto, pero forman parte de la cultura pop.
Casi siempre es la historia de un mujer pobre que se enamora del rico. Estas estructuras se repiten pero con diferentes actores, y no importa, la gente las sigue viendo.
La taranovela engancha con la historia, personajes, en especial con las villanas. Empezaré con Bárbara Greco, de las historia «Mañana es para siempre», una mujer que se prende fuego para generar lástima en su hija y no le funciona.
Hay gente que sólo quiere ver el final de la villana, ya sea por morbo o para saber cómo opera el karma.
En 1986, María Rubio se convirtió en Catalina Creel, una mujer tuerta que combinaba esta peculiaridad con su ropa, famosa por frases como «a qué hora me haces el favor de reventar» y «te enamoraste como idiota».
El parche es simbólico: nos muestra la visión limitada y todo se convierte en un icono. Se viene un remake con Paz Vega.
Otra villana memorable es Tamara, interpretada por Cynthia Klitbo en «El privilegio de amar», una pelona loca, una mujer que sacrificó su belleza, una mujer fuerte, sin traumas, una rebelde.
Las villanas se pintan de rojo los labios y muestran su cuerpo sin tapujos, no se reprimen, gustan porque son tan malas que rayan en lo absurdo.
Otra gran villana fue Itatí Cantoral, quien interpretó a Soraya Montenegro. El personaje es una mujer frustada sexualmente que busca acostarse con su primo, envuelta en un tornado de odio que termina consumiéndola a sí misma.
Las actuaciones de Itatí son tan surreales que rayan en lo comico, porque nadie en el mundo puede llegar a tener tanto odio, y estos personajes son una referencia para todos. Eso les da un valor único a Itatí, quien ha interpretado a varias villanas, pero Soraya fue su mejor personaje.
La gente se identifica con los villanos o villanas porque nos invaden sus ansias de poder, porque pueden hacer lo que sea, porque todos tenemos un poco de villanos y sentimos celos, envidia, odio, claro, con sus limitaciones. No llegaremos al nivel de matar. Además, esto es un entretenimiento fugaz, una fantasía, y así lo debemos tomar.
